martes, 31 de diciembre de 2013

2013: Sé fuerte



Una vuelta más alrededor del Sol. En lo personal, 2013 no fue un año fácil en general. No vengo a echarles cuentos de muchas anécdotas, como el año pasado, porque a pesar de que la vida se siguió moviendo, esta vez hay poco de qué presumir. Sin embargo fue un gran año.

Hubo un suceso que marcaría los inicios del mismo y que aún sigue latente, que fue una inesperada lesión de rodilla que hizo que cesaran mis actividades por completo en determinado momento, y de la que me recuperé bajo la constante amenaza de no volver a ser la misma, y de no volver a practicar kungfu. 

Sin embargo, luego del reposo, luego de caminar de nuevo, de las fisioterapias, de ejercicios básicos en el gimnasio, logré no solo salvarme de una operación con resultados inciertos, sino que he recuperado prácticamente mi ritmo anterior, hago pesas, kungfu, puedo trotar, y hasta he aprendido a montar bicicleta. En este renglón debo hacer un agradecimiento personal inmenso a mi entrenador personal y amigo, Michael González, quien fue un soporte como ninguno y me ayudó a recuperar mi movilidad anterior y a trabajar mi musculatura para ser libre de nuevo.

Aparte, en lo personal se han alejado un poco los caminos, pero no se han perdido. En lo musical, este año trabajé bastante, bastante laburo, que igual siempre hay que agradecer en un país tan difícil como en el que vivo. Por otro lado, y gracias al apoyo de mi colega Daniel Bustillos, he comenzado a grabar mi primera producción discográfica que espero presentarles entrado el 2014. Éste es mi principal propósito para el año entrante y ya está en vías de realización.

Este año tuve excelentes compartires personales, entre ellos mis amigos de siempre, nuevos que conocí y con quienes sigo compartiendo, el grupo Germina.Cciones, el Grupo Astronómico del Zulia, con quienes tuve el honor de viajar nuevamente y observar el eclipse híbrido de noviembre de 2013.

¡Ah! También me he hecho mis dos primeros tatuajes este año, jeje.

Sin más a que hacer mención, les digo: ¡feliz 2014 para todos!

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lunes, 30 de diciembre de 2013

Los 10 más leídos en 2013

Este año puedo decir que fue satisfactorio en el blog. Hubo muchos nuevos visitantes, aunque considero, no mucha interacción. Se tocaron muchos temas, aunque los que fueron más exitosos fueron la política y la ética. De esperarse.

Por otro lado, la página de Facebook duplicó sus seguidores con respecto al año pasado (nada mal), y a pesar de lo difícil que ha sido este año en lo personal, no he parado de escribir.

La única "serie" que saqué fue en marzo, mes de la mujer, con varios artículos dedicados al machismo, pero intentando buscar otra perspectiva, una perspectiva que nos haga conscientes que la desigualdad social de los sexos es un problema que también afecta a los hombres, y que muchas veces las mujeres perpetramos.

Escribí un total de 52 posts (sin contar éste y el personal de fin de año), para un promedio exacto de uno a la semana. Nada mal, un poco más que el año pasado, pero aún así espero superarlo el año que viene.

Los 10 posts más vistos este año fueron:

  1. 10 razones por las cuales los carros por puesto deben desaparecer. Este ha sido el primer post medio viral que he escrito. En 24 horas lo compartieron muchas personas que no conozco, por el interés en el tema. El transporte público marabino sí que es una decepción y un tema preocupante para todos, como he podido comprobar.
  2. Sobreviví al gobierno de Hugo Chávez. Nuestro Presidente por los últimos 14 años, dio su último respiro y no tenemos certeza de cuándo fue. Fue elegido por mayoría abrumadora a finales de 1998, y nos dejó un país económicamente inestable, y con una inseguridad que no tiene precedentes. Muchos nos han abandonado, fuera de la patria, y fuera de este mundo. Por eso afirmo que sobreviví. Y en el gobierno de sus sucesor, seguimos sobreviviendo.
  3. La virginidad NO es una virtud. Parte de la serie sobre el machismo, pretende hacer ver que la virginidad no es algo bueno, como se piensa según muchas religiones y códigos morales. La exaltación de la virginidad atenta contra la libertad sexual de la mujer.
  4. El machismo al revés. También parte de la serie sobre el machismo, expongo por qué los hombres también son víctimas de él, y no pueden realizarse fuera de los códigos de "masculinidad".
  5. Exhibicionismo en Los Juanes, ¿y qué? Un suceso acaparó la atención de las redes sociales venezolanas, y se trataba de un grupo que bailaba y se desnudaba en una playa. Las autoridades actuaron inmediatamente esta vez. Pero en crímenes peores no lo hacen, y hasta lo niegan. Un poco del moralismo y doble moral del venezolano común.
  6. Este 8-D para mí no hay lucha. Hace casi un mes tuvimos las elecciones municipales, y en Maracaibo los candidatos de ambos bandos no dejaban mucho qué desear. Mi opinión al respecto.
  7. El caso Abreu: censura e incoherencia. A principios de año, el maestro José Antonio Abreu fue atacado en la red y los medios por el bando oficialista, por reunirse con dos artistas de renombre abiertamente no adeptos al regimen de Chávez, y pretendieron censurar a uno de los pocos hombres que ha hecho una importante trayectoria y proyecto en nuestro país.
  8. Comeos los unos a los otros. ¿Acaso no nos alimentamos todos los seres vivos de otros seres vivos? A menos que seamos autotrofos, así es, sin importar el reino al cual pertenezca nuestro alimento. Una opinión en contra del vegetarianismo eticista. Único post que llegó a la portada de bitacoras.com
  9. Comparaciones musicales absurdas. Un post que supe de entrada iba a generar polémica. Mucha gente pretende establecer comparaciones (con partitura incluida) de géneros tan disímiles como la académica, la popular y la comercial. Niveles de profundidad existen, pero no se puede quitar la música de su contexto y función social.
  10. Pasarse la vida contando. Uno de mis favoritos, sobre la protagónica presencia de los números en mi vida como artista y atleta.


Una cosa es lo que la gente lee, sea por interés o por temas en boga, y otra lo que más he disfrutado escribir. Es por ello, que les dejo mis 10 favoritos del año.

  1. Pasarse la vida contando.
  2. Comeos los unos a los otros.
  3. Borges y la mecánica cuántica. En referencia a una conferencia que relaciona al autor y las teorías de la física moderna.
  4. Silencios y significados: una referencia a Bassols. El psicoanálisis es uno de mis temas favoritos. Llegó a mis manos este año un libro que relaciona psicoanálisis y música.
  5. Soy poca cosa. Mis poemas siempre ocupan un lugar importante para mí.
  6. La música es, esencialmente, ritmo. Un artículo sobre la importancia del ritmo en todos los elementos de la música: ritmo como tal, altura determinada, sincronización de armónicos, etc.
  7. El machismo al revés.
  8. 10 razones por las cuales los carros por puesto deben desaparecer.
  9. Fórmulas como partituras. Una cita de un libro de divulgación matemática, que relaciona la fórmula y la partitura como códigos incomprendidos.
  10. Venezuela en notas: del flashmob al piano de protesta. Dos videos referentes a la música se hicieron virales a finales de este año en nuestro país, y ambos nos dan una lectura social y política de nuestra realidad.


Espero que el 2014 sigamos reflexionando y compartiendo. ¡Feliz año a todos!

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También puedes ver lo mejor de 2012.

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jueves, 26 de diciembre de 2013

Comentando "Sacbeob", de Luca Belcastro

Mi interés por la composición me ha acercado a mucha gente. Igualmente mis reflexiones por acá, y por las redes sociales. Conocí hace un tiempo ya a una pareja, un par de amigos, que a pesar de estar en el mismo mundo que yo y en la misma ciudad, nos encontramos virtualmente. Ellos son Silvano Pagliuca y Cateri Muro, ambos apreciados jóvenes músicos, muy entusiastas.

Ellos conocieron hace ya más de un año al maestro Luca Belcastro, en un paso rápido que diera por Maracaibo, y por la Universidad Cecilio Acosta. Vino a hablar sobre su interesante proyecto Germina.Cciones, una especie de espacio para el encuentro de noveles compositores latinoamericanos que quieran compartir, componer en conjunto y ejecutar las obras de sus compañeros. Esto a un modo resumido. Pueden visitar la página web.

Lo cierto es que mis amigos me convidaron a pertenecer a esta agrupación en Maracaibo, para llevar a cabo proyectos compositivos y ejecutar obras de otros. Accedí. Después de muchas dificultades, logramos organizar algunos conversatorios con compositores locales, y traer al maestro Belcastro a la ciudad de nuevo. Arribó el 4 de noviembre, hace ya casi dos meses, y nos acompañó poco menos de una semana. No pude participar enteramente del taller, y no tenía ideas muy claras en la mente, pero fue una grata experiencia y hubo interesantes conversaciones, y el maestro trajo consigo sus libros, los cuales adquirí con gusto.

En general cualquier reflexión en torno al acto creativo me interesa. Y vengo a hablar de un libro que acabo de terminar, titulado Sacbeob. Es un libro en el que nos narra algunos de sus viajes a través de Latinoamérica. Él, un europeo un poco cansado de sus tierras y estilo de vida allá, y fascinado por la música latinoamericana, decidió emprender el viaje hacia acá, comenzar el proyecto, y así entrar en contacto con gente nueva, y realidades nuevas.

Latinoamérica es sin duda un continente de contrastes, del que poco puedo hablar. He conocido sólo dos países (el mío y Chile), y un aeropuerto (porque de ahí no salí en Ciudad de Panamá). Sin embargo, los latinoamericanos, en la nueva realidad de redes, nos entendemos. Y tenemos hasta cierto punto una identidad que por encima nos parece continental. Con sus heterogeneidades, por la vastedad del territorio.

Al leer el libro, considero al maestro Belcastro un enamorado de nuestro continente, a veces con ciertas idealizaciones. No pretendo criticarle ni quitarle relevancia a sus intenciones y su proyecto. Además todos podemos tener una fascinación y sembrarla, eso, sembrar en ella o a partir de ella, es lo más importante. A veces se cuela un poco de excesivo elogio al tradicionalismo, y ciertas descripciones encantadoras de un sistema para mí jamás justificable, como es Cuba. Pero creo que más que querer justificar lo injustificable, hay una pretensión de ver siempre la otra cara de las cosas. A veces opinamos sobre lugares que no conocemos un poco a la ligera, en realidad.

Más allá de los desacuerdos, merece la pena transcribir algunos fragmentos, y recomendar a todos aquellos interesados en la música, en nuestro continente, y en algún contraste con el mundo europeo (que él sí conoce de sobra), leer este texto. Hay muchas más ideas muy interesantes, pero siento que debo copiar demasiado para que estén completas.
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"Quizás esta sea la tarea de un artista, de un creador. Bajar del auto, ver las cosas de manera distinta, desde otro punto de vista y, siguiendo sus necesidades, encontrar los medios y las palabras precisas para manifestar y comunicar sus emociones, hasta que otras personas puedan vivirlas y compartirlas".

"Todo pasa a través de la capacidad de hacerse responsable, de luchar contra las propias justificaciones".

"El proceso creativo es fruto del deseo de dos sujetos o funciones: el emisor, que proyecta, y el receptor, los cuales en casos especiales pueden coincidir en la misma persona. Por ejemplo, un ser humano que vive en completa soledad parece ser el receptor de sí mismo. Sin este doble deseo se pierde la necesidad de la creación."*

*Belcastro, Luca. Sacbeob. Editorial Moretti & Vitali. Bergamo, 2010.

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Más del tag vacaciones libreras.

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martes, 24 de diciembre de 2013

Cuentos de sermón III: más fe, mejor sociedad

Este es el cuento de nunca acabar, repetido sin duda por muchos sacerdotes, y por mucha gente también. En estos días asistí a una misa, donde el sacerdote hablaba de la situación del país, específicamente del sistema judicial y carcelario, que está en pésimas condiciones. Y dejaba al final una interrogante: ¿aún quedará fe en el pueblo venezolano? A manera de argumentar que mientras más fe, habría más valores.

Lamento desilusionar a este sacerdote, y a muchos creyentes, pero el venezolano es un ser de muchísima fe, y desgraciadamente. Mientras más religiosa sea una sociedad, es más injusta y menos racional. La gente tiende más a actuar sin escepticismo en todos los aspectos de la vida.

La aproximación del venezolano promedio a la mayoría de las cosas, incluyendo la política, es demasiado y desgraciadamente religiosa. Nuestros políticos representan mesías, o al menos santos, a quienes se hacen altares y encienden velas. Llevar a cualquier persona a este nivel es estimarla en demasía, es considerar al político de nuestra preferencia un ser perfecto, a quien no se cuestiona, y se abordan sus virtudes desde una postura emocional, en lugar de racional: "Chávez nos amó a todos", mientras otro por allá nos recuerda "el tiempo de dios es perfecto".

Lo mismo sucede al momento de abordar cualquier tema ético, ya sea relacionado con la sexualidad, con la violencia, con aspectos de bioética, etc., sin importar la postura que se defienda; aunque casi siempre es el religioso al que le importan más los diez mandamientos que los derechos humanos, quien tiene un pensamiento retrógrado respecto a estos temas, y lamentablemente son mayoría.

Los países muy religiosos no están bien. Por el contrario, se cometen en ellos injusticias y barbaridades amparadas por el Estado en nombre de la religión. Se irrespetan los derechos de la mujer, se asesinan personas, se realizan rituales barbáricos, etc.

Los países muy seculares, poco creyentes en cambio, tienen altos niveles de progreso, y en cuanto a las cárceles (por donde empezamos a hablar), hasta las están cerrando.
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Más cuentos de sermón.

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lunes, 23 de diciembre de 2013

Música con letra

Hace algunas semanas nos visitó un colega desde Caracas, por la realización de unas audiciones para el coro del estado. Al señor se le notaba su recorrido musical y su experiencia en instituciones venezolanas. Hablaba mucho también.

Entre los muchos comentarios que nos hacía, uno llamó mi atención: él afirmaba que los músicos tienen la mala costumbre de no prestarle atención a la letra en aquella música que la tiene, que se dejan llevar por la música y ni darse cuenta de lo que están diciendo. Todos en la sala asintieron, y expresaron su acuerdo. Yo en mis adentros, no.

A pesar de ser músico, la música de letra es la que más me gusta. Y necesito una buena letra. No sé si la mayoría de los músicos no son muy amantes del lenguaje, o si no lo son cuando están en actitudes musicales, pero puedo afirmar que yo no soy así. No será la primera cosa en que me siento atípica.

En primer lugar, casi no escucho música en otros idiomas, precisamente porque la letra me es inaccesible. Prefiero la música en castellano, y por ello admito que he dejado de profundizar en géneros importantes.

Segundo, no puedo dejar de cantar. Cantar es algo que me llena más que tocar, aunque no me lleve a las mismas profundidades (no me importa si se ofenden los cantantes). El instrumento me lleva a abstracciones, a otros niveles de la mente, pero necesito cantar, siento que no hay instrumento más expresivo que la voz humana.

Ello se debe también a otra cosa: yo mayormente escribo música con letra. He tenido mis pequeñas composiciones exploratorias, experimentos y algunas inspiraciones genuinas, pero lo que más me sale, es escribir música con letra. A veces por eso me confundo, no sé si escogí el camino correcto, ¿acaso soy músico o soy poeta?

Bueno, creo que músico, porque en verdad valoro más mis canciones que las letras perdidas que dejo por ahí, por ejemplo, en este blog.




























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miércoles, 18 de diciembre de 2013

La ilusión del calendario

Una de las anédotas más divertidas en estos días, y que compartí en las redes sociales, fue la de una pequeña alumna de música, que curioseaba sobre mi fecha de cumpleaños. En realidad yo pregunté primero, y resultó que la niña cumple dos días después de mi, claro está, muchos años menos.

Cuando le dije, ella sorprendida preguntó: "Profe, pero ¿tú naciste el 2 de mayo del dos mil qué?". Por supuesto, tuve uno de esos momentos de "qué vieja soy", y entre risas le digo "ningún dos mil nada, yo nací en 1986". Ella quedó sorprendida, cómo si el número no le cupiera en la cabeza. Si ella nació en los 00's, nunca vivió un año mil nada, ni mil novecientos nada, no vivió el drama del Y2K ni de Hercolubus ni nada de eso.

Es que nosotros, los que vivimos y tenemos 14 años o más actualmente, no sólo tenemos la dicha de decir que nacimos "el siglo pasado", ¡somos del milenio pasado, que es peor! El cambio de milenio, todos sabíamos desde 1999, o antes, que sería algo que estadísticamente pocos seres humanos tienen la dicha de ver.

Lo extraño del asunto es que es una cosa arbitraria e irreal, eso de contar los años y marcar hitos en la cuenta, que solo se deben a la arbitrariedad de nuestro sistema decimal. Dos mil años no es lo que tiene la humanidad, muchas más vueltas ha visto nuestra especie y civilización alrededor del Sol. Solo es un hito porque tiene tres ceros, porque cambian todos los numeritos, porque en algunos puntos nos toca celebrar que hemos sobrevivido.

Dentro de esa ilusoria medición estamos los que vivimos entre dos siglos, que han sido muchos, pero entre dos milenios, no tantos. Una hermana de uno de mis abuelos nació en 1899 y murió en 2001. Aunque ella no lo recordara, vio tres siglos en vida. Vivió muchos años, porque aún 101 son muchos, pero entre tres siglos (y dos milenios, de paso).

El calendario es otro invento de nosotros, muy útil por supuesto, con el que nos gusta jugar. Así, cuando aparece un 11/12/13 como hace 6 días, nos ponemos a resaltarlo. Es la magia de los números, más nada. Pero a veces nos dejamos llevar tanto por esa ilusión, que creemos que a través de hitos numéricos podríamos predecir hitos históricos, ustedes saben, como en el 2012.

Se avecina el año nuevo. Este ha sido uno particularmente difícil para mi. Con la ilusión de que una vaina termina y otra empieza uno tiene una excusa para la esperanza. Los ciclos son reales, pero los límites entre ellos son arbitrarios. Las redes sociales hoy nos invitan a que hagamos un recuento, una revisión, de esta vuelta alrededor del Sol. Todos hacemos rituales simpáticos sobre "el año que viene y aquel otro que se va".

Luego que pase el equinoccio, que cambiemos los números del calendario, y que haya tenido unos días de descanso con pretextos pseudo-religiosos, espero recobrar un poco el entusiasmo.


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jueves, 12 de diciembre de 2013

Municipales 8-D: más de lo mismo

He estado pensando si vale la pena hacer algún comentario al respecto, emitir alguna opinión que no se haya repetido ya mil veces. Más o menos he expresado lo que pienso respecto a las elecciones del pasado domingo, pero me he decidido a dejar las ideas aquí, un poco mejor articuladas que en Twitter.

En mi municipio (Maracaibo), de más está decir que la sola elección de los candidatos por parte de ambos bandos fue pésima. Eso tuvo particularmente a la población joven un poco desanimada. Sin embargo, muchos salimos a votar, no por algún candidato o por algún proyecto, sino simplemente por un color, o más bien, en contra del otro.

El hecho de que Eveling haya sido reelegida creo que sólo fue posible debido al terrible candidato que eligió el bando rojo, quien no tiene nada que ver con nuestra localidad y no logró convencer a nadie de lo contrario. Mucho antes, cuando la MUD decidió relanzar a Trejo, todos temimos lo peor: la oposición perdería a este municipio tan anti-chavista. Y sin embargo la "salvaron".

Estamos cansados de la pésima gestión de nuestra ciudad, y ya no hallamos a quién achacar las culpas. Maracaibo tiene terribles problemas de urbanismo, vialidad, basura, transporte, alumbrado público... Muchas de estas son claramente atribuciones de la Alcaldía, no hay cómo excusarse. Pero ya lo expresé en las redes sociales: el boicot a los gobiernos opositores no es solamente obvio, sino que ya llega a lo descarado. Tan descarado que el gobierno crea cargos paralelos con gente puesta a dedo, irrespetando la elección popular, y cagándose en la democracia (disculpen, no encontré expresión más adecuada).

Lo hicieron cuando Pablo Pérez era gobernador del Zulia, y tenían al Arias Cárdenas pa'cá y pa'llá inaugurando obras con fondos del gobierno central. No está mal darle obras al pueblo, vengan de donde vengan, pero hay que trabajar con quienes la gente ha elegido. Sino ¿para qué hacemos elecciones entonces? Ya esta misma semana se han regalado cargos a perdedores de las elecciones, muchos de ellos descaradamente paralelos a los de sus contendores, democráticamente elegidos.

Estos cargos paralelos nos salen caros, a nosotros, a la gente. El dinero público es nuestro, y tenemos entonces una burocracia duplicada, unos cargos duplicados, un presupuesto duplicado. Y es lamentable que no nos pongamos a reclamar seriamente por ello, cuando se están burlando de nuestro voto frontalmente.

Otra cosa es que no observé ni un atisbo de reconciliación entre los sectores. Y el gobierno con su actitud y su discurso lo que menos hace es trabajar en ello. En lugar de intentar establecer el diálogo con los opositores que ahora poseen cargos públicos, le ponemos a otro de los nuestros al lado, y pues le damos el dinero a él.

Otra reflexión, ya repetida por muchos, es que la oposición tiene que buscar la manera de ganarse al campo. Todas las cifras se han publicado: la oposición tiene la mitad de los votos pero muy pocos municipios ganados. Esto se debe a que su voto está concentrado en los lugares de más densidad de población: las ciudades principales. El campo, la producción agraria y las industrias básicas no han salido precisamente beneficiadas en estos años de "revolución", y eso hay que hacerlo ver a la gente que habita fuera de las ciudades.

La mayor vergüenza de estas elecciones quizás fue la fiesta pre-electorera del gobierno nacional. Esta vez ni siquiera se conformaron con usar fondos públicos para la propaganda y para los regalitos, sino que se dedicaron a saquear la empresa privada. La especulación en Venezuela es un hecho real, pero la inflación también lo es. Y es mucha casualidad semejante campaña de fiscalización radical justo antes de las elecciones. Antes no se hizo nada, y parece que ya calmaron los ánimos, y se habla de otros temas un poco menos agradables como el aumento (necesario) de la gasolina. Lo bueno es que la fiesta no tuvo gran impacto, porque los resultados en números permanecieron parecidos a elecciones anteriores.

Todos siguen haciendo las cosas iguales: el gobierno intentando actuar "a lo arrecho", la oposición favoreciendo a los viejos políticos bien acomodados, casi nadie escuchó a la gente, y muchos sufrieron las consecuencias, pero sobre todo quienes las sufrirán, seremos nosotros.

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martes, 3 de diciembre de 2013

El apagón y la ironía

Lo de los apagones es bien viejo. Este tema nos ha estado persiguiendo desde el año 2010, cuando el gobierno comenzó la práctica de los racionamientos. Ya este tema lo toqué en el blog hace un año y medio más o menos, y en ese entonces, ya la situación tenía tiempo. El gobierno ha hecho mil promesas, que en un año, que en 100 días, se han creado organismos, se han designado cargos, se ha militarizado el sistema, y nada que hay solución final.

El apagón de anoche fue excepcional sólo por la magnitud, pero el hecho de que se vaya la luz en sectores de la ciudad ocasionalmente no es para nada excepcional, aún hoy.

Cuando ocurrió, yo estaba entrenando con algunos de mis compañeros marciales, primero hubo un bajón bastante fuerte, y no faltaron los comentarios del tipo "ojalá se les hayan quemado todos los electrodomésticos a los saqueadores" (caso Daka y demás), y al rato se fue definitivamente la energía. No nos extrañó en lo absoluto, pues en el sector esto ocurre con relativa frecuencia, al menos una vez al mes por lo que calculo, y eso que yo no vivo allá. Continuamos con la práctica una media hora al aire libre y bajo unas estrellas de extraña nitidez para ser Maracaibo, y luego con un poco de miedo por la oscuridad de la calle, nos fuimos.

Al tomar la via me percaté de que la oscuridad llegaba lejos, y al poco tiempo recibí un mensaje que me confirmó lo que temía: aparentemente toda la ciudad estaba sin luz. Al llegar a la intersección de la Circunvalación 2 con la via principal de Amparo, me encontré con una tranca descomunal (el semáforo apagado), y ¡oh! la ironía, ese lugar donde está una de las principales sedes de la antigua Enelven, actualmente centralizada y convertida en Corpoelec. No había luz, ni siquiera se diferenciaba el Angelito de Amparo en la penumbra.

Encendí la radio a ver qué se decía, pero ¡sorpresa!, la mayoría de las emisoras transmitían a funcionarios gubernamentales diciendo que ya se estaba restableciendo el servicio en el Metro de Caracas (nada malo pasa, todo bien, trabajamos para ustedes), sin que faltaran frases de campaña política ridícula, y por supuesto entonces me percaté de que el apagón era nacional. En medio de la cola, que ni pa'trás ni pa'lante, aproveché de mirar el único medio más o menos democrático que nos queda: las redes sociales.

Tuve que rescatar a mi hermana y un par de sus amigas, y me causó gracia que los alrededores de la Plaza Indio Mara estaban a reventar: todo el mundo salió a comer en la calle; y aún más gracia que hubiese planta en el Mc Donalds de 5 de julio, que lucía como el portentoso símbolo del imperio en medio de aquella oscuridad, sacando a relucir otra ironía: en este gobierno los menos jodidos siguen siendo los que tienen real, los de la plebe seguimos pasándola bien mal. Y, claro, no se conseguía un solo taxi en todo la ciudad...

En mi casa esperamos hasta pasadas las 11 para que se restableciera el servicio. Pero hubo sectores donde volvió casi a las 3 de la madrugada.

Cuentos de sabotaje siguen siendo mencionados, con cada día menos credibilidad. Últimas Noticias nos ilustró un poco al respecto. La disfuncionalidad e irresponsabilidad del gobierno actual sale a relucir cada día más, en todos los sentidos. La carencia en los servicios públicos, la inflación desmedida, la inseguridad, la brecha entre clases, cada día parecen tornarse peores. A pesar de mi opinión no compartida por muchos sobre las elecciones regionales, no lo duden, saldré a votar.

Mientras tanto, nos queda decir como Rubencito: ¡Qué viva el subdesarrollo!


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viernes, 29 de noviembre de 2013

Venezuela en notas: del flashmob al piano de protesta

Venezuela se debate entre perspectivas diferentes. "Debate" es una palabra muy suave. Las tensiones parecen aumentar cada día entre los distintos enunciados, entre la versión oficial y la versión "opositora". Creo que más que tratarse de ver quién tiene razón, el solo hecho de las fuertes disonancias de todos los días es un síntoma preocupante.

El arte también puede ser un síntoma, y entre lo atribulado de este mes, y una incidental falta de internet en casa, he logrado ver a los trancazos dos videos que se han reproducido viralmente en mis redes personales: en primer lugar, el flashmob hecho por los muchachos del Sistema Zulia, y el otro, una improvisación de la venezolana Gabriela Montero.

Uno muy cercano, uno muy lejano. La idea de hacer el flashmob no sé de dónde ni por qué surgió. Creo que como flashmob, se queda en la categoría de esos que se hacen por publicidad, y no posee el mismo valor del fenómeno flashmob que se da de manera espontánea, aunque la intención es bien clara y ya.

El video comienza en un lugar que me produce sentimientos encontrados: el casco central de Maracaibo, más específicamente, en la Avenida Libertador con el malecón a un frente, y el Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez al otro. Un lugar que me encanta y está lleno de recuerdos, pero donde he pasado momentos sumamente incómodos, exasperantes esperando transporte público, y lidiando con la falta de planificación urbana.

Los niños y jóvenes se aglutinan en la plaza, simulando ser de una manera casual y tocan una pieza que a muchos conmueve, y no ahondaré en el hecho de que a mi me parece un cliché musical, que poco representa a la música venezolana. El Sistema muchas veces me parece un síntoma de esperanza, con todos sus problemas, y porque conozco al monstruo desde las entrañas, también conozco el trabajo del día a día de quienes salen en el video, y hasta sé sus nombres. Algo de ese patriotismo que ya poco provoca tener, se salva, a través de eso bonito que aún parece existir.


Por otro lado, Gabriela Montero vuelve a sorprenderme. Esta mujer es de mi admiración, no solo porque toca y por como toca, sino por como improvisa. Me parece absolutamente genial. Y me parece genial también que siempre levante la voz en nombre de Venezuela, aunque lejos está, y la justifico completamente.

Esta vez nos sorprende con un himno nacional moribundo, a modo casi de marcha fúnebre, siendo totalmente irreverente ante el fervor de los símbolos patrios, ella irónicamente me hace recuperar un poco también ese patriotismo perdido. Antes con su Himno a lo cacerolazo ya había hecho variaciones sobre el tema, a ritmo de 5 por 8, ese merengue que la gran mayoría de los venezolanos desconoce.

Son pocos los músicos y artistas que en este momento hacen frente al gobierno, por temor, por comodidad, por dificultad, o quién sabe (hasta me incluyo), y Montero nos recuerda el carácter contestatario del arte, uno de sus pilares fundamentales a mi parecer: la rebelión, pero la rebelión con causa.

A veces siento que como venezolana arrastro a la "patria" en este momento. Esa que muchos proclaman en nombre de ideales (y de necedades), esa que muchos declaran inexistente. Cuando me preguntan si me quiero ir, no sé qué responder, y tal vez, como muchos diagnostican, es que no quiero irme en realidad.

A lo mejor solo queda el arte para expresar el sentimiento.



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jueves, 7 de noviembre de 2013

Este 8-D para mí no hay lucha

Se vienen otras elecciones en Venezuela. Esta vez las pospuestas y otra vez pospuestas elecciones municipales. Como siempre, hay todo un drama alrededor de ellas, que si la lealtad al Comandante Supremo, que si ir a las urnas y salvar al país de la revolución bonita.

No me detendré en el abuso de poder cometido por el actual heredero Presidente al nombrar un día de elecciones, como día de "lealtad" a un muerto, con claras parcialidades partidistas, y que el neutral órgano electoral no diga nada al respecto.

Nunca he pensado que ir a las urnas sea un acto heroico, y menos con el panorama que se nos dibuja en mi ciudad, y que creo que es mal del país en general. Salvar al país de la gestión nefasta de los últimos años no se solucionará mientras las instituciones públicas estén tomadas por un partido y los poderes parcializados.



Aquí en Maracaibo, este 8-D no hay lucha que valga. No sé si no votar, no sé si como he hecho antes, en un acto un poco inútil, ir, hacer mi cola, ponerme frente a la máquina, y votar nulo. Pero esas son mis opciones.

Por un lado tenemos a un candidato, un desconocido para la región, que viene por la tolda oficial, apoyado por la ya roja Gobernación del Zulia, que desde que ganaron el puesto, y a pesar de poder tener todos los reales que quieran del gobierno central, no han cumplido ninguna de sus promesas de acabar con el contrabando de combustible y alimentos, mas bien han demostrado una y otra vez que negocian con los contrabandistas, y gastando millones en un chip cuyo sistema jamás fue implementado; tampoco han acabado con la inseguridad; dejaron de pagar nóminas por meses, y han gastado otros millones, eso sí, en cambiar cada estúpido aviso de cada estúpida avenida y cada estúpida plaza, por uno rojo, que diga "Gobernación Bolivariana", y "Plaza del buen vivir Fulanito de Molleja".

Por el otro lado tenemos a la actual alcaldesa, heredera de una dinastía local que tiene casi dos décadas en puestos de poder regionales, sin dar tregua ni hacer honor del democrático "respeto a la alternancia" que tanto pedían al difunto. La ciudad está vuelta un desastre, la basura está que nos come, las calles están cerradas por doquier, el centro es un desastre y el transporte público no sirve para nada. Las personas que me critican por no votar por ella, supongo que no van al centro, no agarran carros por puesto, no caminan por las aceras sucias, llenas de basura, rotas o inexistentes.

En fin, para mí no hay lucha en estas elecciones, no hay candidato que valga la pena. Votar por uno o por otro por el partido que representan, o para restarle votos al contrincante, es lo más bajo en que podríamos haber caído en política y en un sistema "democrático", y aquí nos tienen.

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lunes, 4 de noviembre de 2013

Creación y re-creación

Hay un problema que se plantea el músico en general. El proceso de construcción artística en la música y en algunas otras artes (como el teatro), hace que sea necesaria no sólo la creación de una obra, sino su ejecución constante para que ella tenga vida.

Se establece aquí una gran diferencia con otras disciplinas artísticas, como las artes plásticas o la literatura, pues en ellas el artista crea la obra, y ella queda allí plasmada, siendo ya susceptible de ser apreciada por el espectador.

Cierto es que en el proceso artístico hay varios niveles de interpretación, y el espectador es uno de los más importantes. El espectador, al comtemplar la obra, hace de ella lo que quiere, y no necesariamente capta el mensaje que de algún modo quiere transmitir el artista.

Son tantos los niveles de interpretación que el proceso artístico puede verse como un acto de comunicación imposible, en el que caben contenidos y mensajes múltiples, y a pesar de ello puede comunicarlo todo, comunicando nada específico.

A estos niveles, en las artes como la música o la actuación se suma el nivel de interpretación del ejecutante (el instrumentista, el actor...) En algunos casos el compositor y el ejecutante serán la misma persona, pero la gran mayoría de las veces, el compositor, aunque participe en la ejecución, necesitará de otros para dar vida a su obra. En el caso de que sea él mismo una y otra vez, dará cada vez interpretaciones diferentes a la obra.

Así, nos encontramos con varios niveles de interpretación: el compositor → el ejecutante → el público. Cuando la obra es colectiva, se suma a estos niveles, otro: el del director, quedando esta cadena en: el compositor → el director → los ejecutantes → el público. También cuando hay un arreglo de por medio, o una producción discográfica, agregamos uno o varios niveles de interpretación: el compositor → el arreglista (o el productor) → el director (opcional) → el o los ejecutantes → el oyente o público. El compositor puede jugar cualquiera de los otros roles.

La construcción de la música se nos presenta pues como una construcción poli-interpretativa, de varios niveles, en cualquiera de los cuales el mensaje puede ser increíblemente afectado, y nos puede llevar a "múltiples obras", aunque consideremos la "obra" como el trabajo del compositor. Sin embargo, podemos escuchar una obra en tan diferentes formas, hasta llegar incluso a deformar su identidad como tal (se da en el caso de ejecuciones muy alejadas del "estilo correcto" o de "arreglos").

Así pues, aunque ubiquemos la "creación" artística en el caso musical, en el nivel del compositor, hablando literalmente, hay procesos de "re-creación" de la misma. Cada ejecución es una creación in situ, aunque la obra haya sido mil veces estudiada y revisada. Esto ya lo he tratado en escritos anteriores.

La diferencia por ejemplo, con el proceso de improvisación, es que el ejecutante crea y toca a la vez, sin que haya interpretaciones de ideas pre-establecidas, y el plan de pronto sea creado en el momento (dicho plan puede estar determinado por un motivo, una secuencia de acordes...), porque la organización siempre existe, el discurso lógico existe, los principios de tensión y distensión existen, aunque se esté improvisando. En una improvisación, si es entre varios músicos, hay un proceso de comunicación importante, en el que uno deja hablar al otro, y a la vez le acompaña, y todos se roban ideas entre sí. Hay pues un proceso de interpretación de las ideas entre los mismos ejecutantes, y el resultado de ello llega al público.

La interpretación de todos, a la vez está contaminada por varios aspectos entre los cuales podríamos destacar: el conocimiento del estilo musical, la técnica en el instrumento, el propio contexto histórico, local y cultural, las impresiones personales y hasta los caprichos.

La música que se escucha es pues, un discurso interpretado muchas veces, un mensaje contaminado de mil mentes o situaciones, un rico y conmovedor mensaje humano.

wallyg / Foter.com / CC BY-NC-ND

miércoles, 30 de octubre de 2013

Sobre la prohibición del Halloween...


Hace un par de días se anunció que el Halloween estará prohibido en las escuelas públicas de Venezuela. El gobierno hace esto con el argumento de que es una fiesta extranjera, además según ellos originaria del imperio (estadounidense), y que a través de la transculturación, atenta contra los "valores tradicionales venezolanos".

El Halloween, siempre ha sido una fiesta mal vista por los sectores conservadores en general, en especial aquellos asociados a las religiones cristianas, por tratarse de una celebración "pagana", de origen celta (no de Norteamérica). Además de ello, está directamente ligada al mundo de los muertos y los espíritus y a brujas, duendes y otros seres fantásticos. Sin duda, la fama y difusión de esta fiesta en la actualidad se ha debido a su uso comercial, y su difusión por parte del cine y la televisión estadounidense.

En general, comparto que en las escuelas no se haga creer a los niños en nada "mágico", ni supersticioso. Lo que me molesta del decreto, es como siempre la doble moral, el doble discurso, y la lógica ilógica subyacente en él y que hay cosas más importantes que atender. Por ejemplo, ¿no es acaso la Navidad una fiesta importada desde el imperio europeo hace algunos siglos? ¿Por qué la Navidad sí es bien vista, es bonita, es "tradicional", y debe ser celebrada como "navidad venezolana"?

Los procesos de influencias de una cultura sobre otra, son inevitables. Lo que está claro hoy en día, o lo que se tiene como "ideal" es que este proceso no sea agresivo, que no exista una imposición directa o indirecta de las prácticas culturales. Pero la cultura es dinámica, y a menos que las culturas fuesen completamente cerradas, que se influencien es inevitable, y es hasta bueno. No sólo las costumbres, los conocimientos, la tecnología, todo eso se comparte en el proceso, y se va depurando y evolucionando.

Parece que a los nuevos socialistas "revolucionarios", no les molestan las prácticas culturales impuestas de hace siglos (como las inherentes a la religión católica en general), sino los procesos de transculturación nuevos. Qué manera tan interesante de ser tan conservador, tan reaccionario, bajo el nombre de "revolucionario".

Contradictoriamente, nuestro presidente ha emitido bonos para que se compren juguetes para los niños en Navidad, para que sean "supremamente felices", reforzando no sólo una fiesta "imperial", sino también la bonita Navidad capitalista.

La gran diferencia del Halloween con la Navidad, por ejemplo, es que han pasado tantos años, que ya se han originado costumbres, manifestaciones y celebraciones propias de estas tierras y han sobrevivido a lo largo de los años. ¿Quién decide que hay que execrar lo demás, pudiendo ser que se generen otras manifestaciones mestizas interesantes? Ellos creen que tienen el poder de decisión.

Por supuesto, una declaración como esta, despierta a todos los sectores conservadores de la población. Basta ver los comentarios en las redes sociales, para dar cuenta de que la gente defiende la medida aludiendo a "la moral y los valores cristianos", y repentinamente se les olvida que el cristianismo es la religión que nos impuso el otro imperio (y de una manera mucho más violenta que como hoy en día se asimila el Halloween en Latinoamérica).

Si ellos son revolucionarios en verdad, que empiecen por sacar la religión de las aulas de clase.

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jueves, 17 de octubre de 2013

Ser buen estudiante


Ser buen estudiante es una cosa que encierra en sí misma una ironía. Por un lado, se supone que eres inteligente, aunque también se necesitan buenas dosis de ser aplicado y dizque responsable; por otro lado puedes llegar a sentir que eres un apegado al sistema, un instrumento de él, que aunque inteligente, le guardas cierta reverencia.

No hablo desde una perspectiva de terceros. Quiero hablar sobre ello porque yo no sólo fui buena estudiante, era de algún modo la mejor estudiante. Era una cuestión casi de status, al salón de clases al que yo llegara, al menos a partir de séptimo grado, mi promedio debía ser el más alto de todos. No era nunca por décimas, siempre aventajaba notablemente a quienquiera que fuese el segundo lugar.

Algo de encanto social había en mantener los números sobre diecinueve, y hasta la universidad fue así. Cuando había esa cosa del índice académico, fui la tercera del estado, y en mi tarima de grado me llamaron con nombre, apellido y mención honorífica magna cum laude.

Dicen que el promedio no es reflejo de la inteligencia de la gente. Estoy de acuerdo, y a la vez no. Creo que muchos estudiantes regulares son muy inteligentes o creativos (que es un gran síntoma de inteligencia), pero o sólo lo reflejan en determinadas áreas académicas, o no tienen interés en la vida académica en lo absoluto. Por otro lado, creo que para ser buen estudiante, hay que tener ciertas facilidades de aprendizaje, aunque a fin de cuentas la diferencia está en si se hace algo creativo con esas facultades o no.

Al graduarme de la universidad, aunque yo tuviera el mejor promedio de mi escuela, no pensaba ni remotamente que yo fuera el mejor músico de mi grupo. Y aún hoy no lo creo. La vida académica requiere atención y ciertas habilidades, que no siempre son necesarias en el ejercicio profesional y creativo.

He conocido prácticamente dos tipos de buenos estudiantes. El primero, aquel que tiene ciertas facilidades de aprendizaje, pero lo que le hace buen estudiante es sobre todo el ser aplicado, responsable, disciplinado, dedicado, y muchas veces, muy riguroso. El segundo, con el que me identifico, es el que tiene facilidades de aprendizaje, que entiende muchas veces sin estudiar mucho, y que cuestiona mucho la autoridad.

A lo mejor peco de simplificadora con esta clasificación tonta, o pareceré una ególatra que viene a decir "ay sí, yo soy rebelde, no como la mayoría de los buenos estudiantes". A fin de cuentas, no sé qué tan rebelde era, pues gozaba a plenitud de mi status de ser la mejor estudiante, y estaba consciente de todas las facilidades sociales e institucionales que esto me proveía.

Con "cuestionar a la autoridad" me refiero a cuestionar al profesor, al otro estudiante, al director, al libro, y a todos. Esto te hace obstinado, te hace pasar malos ratos, y no necesariamente quiere decir que eres un genio. Las personas rigurosas también pueden ser geniales.

Los rollos de pocos amigos y burlas son reales, pero nunca me sentí ofendida en realidad. Que me dijeran nerd, no me llegaba más que el respeto que de algún modo me tenían. Ese "respeto" por supuesto a veces no era más que jaladera de bolas. Sí. Todos quieren sentarse detrás de ti en el examen, todos quieren hacer el trabajo o la exposición contigo. A pesar de ello, yo no le decía a nadie nada en los exámenes, y ni pensar en dejarlos ver mi hoja, ¡jódanse! Los trabajos no se los hacía a nadie, a menos que me pagaran por ello. Y cuando eran trabajos grupales o peor, exposiciones, a más de uno me provocó golpear, aunque casi siempre me juntaba con mis amigos, los que hablaban conmigo y me apreciaban de verdad.

Uno de los momentos más incómodos, eso sí, es cuando en alguna clase de "orientación" o "guiatura" solicitaban mencionar las virtudes de la persona, y la mención para mi solo era "inteligente", más nada. Mucha gente anhelaría que se lo dijeran, pero que te lo repitan tanto, después que te lo crees, empieza a carecer de pronto de algo de sentido.

Yo soy inteligente, pero detesto que piensen que se limita a una cuestión genética, pues las impresiones de "inteligencia" muchas veces vienen de los conocimientos que domino, y eso lo he cultivado desde mi niñez con mucha paciencia y tratando de nunca dejar de explorar y aprender. Y no creo que nadie sea menos capaz que yo de hacerlo.

Esa parte de cultivarme, por supuesto fue independiente del sistema educativo. A veces pareciera que él se tratara de acumular puntos, cual un videojuego, y no de desarrollar las capacidades de los educandos. A lo mejor un buen estudiante lo que tiene es talento, herramientas y disposición de atinarle a ese sistema, y luego que lo tienes como "facilito", hasta acabas en cierto modo burlándote de él. Aunque ciertas habilidades se adquieren en el camino.

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lunes, 7 de octubre de 2013

10 razones por las cuales los carros por puesto deben desaparecer



El carro por puesto es un medio de transporte colectivo y "público", que sobrevive en Maracaibo. Digo "sobrevive", porque es conocimiento de muchos que este medio de transporte es obsoleto y poco eficiente. Se trata de carros particulares que circulan en rutas fijas, y que cobran pasajes regulados por el organismo de transporte urbano de la ciudad.

Expongo a continuación las razones por las cuales creo que es así, y después intentaré esbozar los argumentos que la gente da en su favor, y los discutiré.

¿Por qué son un transporte obsoleto e ineficiente?

1.- No es un transporte realmente colectivo. Sólo trasladan 5 pasajeros por unidad, como máximo. Cosa que solo puede compensarse si existen muchísimas unidades, debido a la alta demanda de las principales rutas.

2.- Entorpecen el tráfico. Efectivamente existen numerosísimas unidades en las rutas principales, por lo que constituyen un porcentaje importante de los vehículos que circulan por las avenidas. Se podrían tener muchísimas menos unidades, si son buses, que trasladan cada uno muchísimos más pasajeros.

3.- Contaminan el ambiente. La mayoría de las unidades son carros viejos, y muchos en condiciones que no debieran tener ni permiso de circulación. A esto se suma el hecho de que sean tantos. Más contaminación para la ciudad.

4.- Son incómodos e inaccesibles. Usted puede haberse preguntado ¿cómo hace el pasajero de la puerta izquierda si necesita bajarse? Sí, deben bajarse los otros dos, para darle paso, y luego volver a montarse, y así. Ahora imagínese este trajín para personas de la tercera edad, embarazadas, personas obesas, personas con niños, y personas con discapacidad.

5.- No es un transporte rentable. Ya sé que mucha gente vive de ello. Pero usemos la lógica. Bajándose algunos pasajeros, estas unidades como mucho moverán 10 personas por cada recorrido completo, mientras un bus puede ser ocupado incluso por más de 50 personas. Los pasajes son puestos en dos tarifas: una más barata que el bus, o corta (solo para que el pasaje sea rentable para el pasajero); y otra más cara que el bus; o larga (para que sea rentable para el chofer, pero solo es un poquito más cara). Esto origina mi sexto punto.

6.- Se presta para que el chofer no preste un servicio adecuado. Por la poca rentabilidad ocurren todo el tiempo cosas como: el chofer indica que solo hará la mitad de la ruta, para poder soltar a todos los pasajeros y llenar de nuevo la unidad en la segunda mitad; el chofer no quiere hacer la ruta completa por no recorrer algunas cuadras por pocos pasajeros; el chofer huye de las paradas, y prefiere agarrar pasajeros fuera de ellas cobrando ligeramente más caro; el chofer toma atajos, potencialmente peligrosos, y dejando por fuera pasajeros potenciales.

7.- No constituyen un transporte eficiente para el pasajero. Sobre todo en horas pico, un pasajero puede estar más de media hora esperando a que pase una unidad con un puesto vacío.

8.- Fomentan la competencia entre pasajeros. En Maracaibo, las unidades de transporte público en general no respetan las paradas, sino que paran en cualquier parte, incurriendo incluso en infracciones. Una situación muy común es que haya diez pasajeros a lo largo de una cuadra o conglomerados en un punto esperando carritos. Muchos pasajeros caminan en sentido contrario a la ruta, adelantando a los demás para tener más probabilidad de tomar el codiciado puesto vacío. Cuando están aglomerados, la mayoría de las veces no respetan el orden de llegada, y así. Estas situaciones podrían evitarse con buses. Pasa el bus y todos caben, así de sencillo.

9.- A pesar de no ser rentables, restan la rentabilidad de las unidades más eficientes. Un ejemplo para ilustrar. Hay una ruta modo bus, que recorre toda la Circunvalación 2, avenida que atraviesa la ciudad en una curva de norte a sur. Es una ruta larga, eficiente (si tuviera más unidades que ahora), y mueve pasajeros de ambos extremos de la ciudad. Una división más o menos a la mitad de la Circunvalación 2 está en la Avenida La Limpia (otra avenida muy concurrida), en cuya intersección está el Distribuidor Fernández Morán, y el Centro Comercial Galerías Mall, que se ha constituido en un nodo urbano improvisado. Hay dos rutas de carros por puesto, una que une Galerías con la mitad norte (Galerías - Urbe - Lago Mall), y otra que lo une con la mitad sur (Galerías - Kilómetro 4). Ambas rutas tienen numerosísimas unidades, que aún así no dan abasto, y por quitar cientos de potenciales pasajeros a la ruta de autobús, no se potencia ésta con más unidades que le den eficiencia.

10.- Se facilita la piratería. Al ser carros particulares, y no buses, cualquier persona puede piratear (manejar un carro no registrado) y ofertar la ruta, y sobre todo en horas pico tener éxito, a pesar de la desconfianza de muchos usuarios para con los carros piratas. Esto también hace que se faciliten las prácticas delictivas que muchas veces ocurren en estos vehículos.


Ahora bien, mucha gente suele dar los siguientes argumentos a favor de este tipo de transporte. Discutiré algunos de ellos:

1.- "Los carros por puesto son más rápidos que los buses y pasan con más frecuencia". Esto, más que ser una virtud de los carros por puesto, es una deficiencia existente en las rutas de buses de acá. Si se eliminan los carros por puesto en las avenidas principales, el tráfico en primer lugar será más fluido. Así mismo, si se colocan más buses en las rutas, se puede asegurar el hecho de que ningún pasajero espere más de 10 minutos por una unidad; y si el bus solo se detiene en las paradas, el viaje será más rápido y los buses entorpecerán menos el tráfico. En este sentido hay que educar también al pasajero, porque está mal acostumbrado a subirse y bajarse de las unidades donde le place, y no donde debe. Con paradas estratégicamente ubicadas, las caminatas no tienen por qué ser excesivamente largas si se selecciona la parada correcta. En las ciudades bien planificadas esto funciona así.

2.- "Los carros por puesto pueden meterse por zonas de difícil circulación para un bus". Este argumento es el único que doy por cierto. Hay zonas residenciales amplias, barrios, trochas, por donde un bus no podría pasar; y además no se moverían tantos pasajeros. Quizás los carros por puesto se presten para este tipo de servicio, pero es urgente su eliminación de las avenidas principales, y que no haya redundancia en las rutas urbanas. Igual, si se quiere que exista este trasporte en sectores así, los carros al menos deberían estar aptos para la circulación, en buen estado. Aún así, si la ciudad fuera mejor planificada, y los sectores estuvieran mejor construidos y bien asfaltados, no harían falta vehículos que "se puedan meter por las trochas".

3.- "Las rutas de carros por puesto son una mayor fuente de empleo". Este es el punto difícil. Yo diría que sí y no. Obviamente una línea de carros por puesto requiere más unidades, y por lo tanto más choferes; pero como mencioné, esto urbanísticamente no es eficiente. Aquí en Maracaibo, las rutas de buses en general funcionan muy mal, y no cumplen horarios nocturnos. Agregando las unidades de bus necesarias, y cumpliendo un buen plan de turnos, habría suficiente empleo digno para los choferes. Que se requiere otra licencia para conducir, es cierto. Pero lo mejor para todos es que los vehículos pequeños se eliminen del transporte público.

4.- "Es un transporte único en el mundo, autóctono de nuestra región, y por lo tanto hay que protegerlo". El extremo de esto lo tocó el ex alcalde Gian Carlo Di Martino, al nombrar a los carros por puesto "patrimonio de la ciudad". Es verdad que son únicos, son interesantes por lo tanto, pero como tales, yo defiendo que estén en un museo, en las calles ya no más. La tradición mal interpretada no puede estar por encima del desarrollo urbano sostenible.

Maracaibo ha crecido demasiado en extensión y población, por lo cual necesita un transporte eficiente. Dependería del Estado y de las organizaciones competentes hacer un buen plan de reubicación de estos trabajadores, incluyéndoles en la reconstrucción de nuestro sistema de transporte de algún modo. Soy de creer también que, contrario a lo que se practica, las unidades deben ser del Estado, o de empresas que hagan licitación, y los choferes deben ser contratados, con un salario digno y beneficios laborales, y si se quiere, convenios de ganancia por pasajes. O sino, una fuerte regulación y régimen de presentación al trabajo, para que se hagan cumplir los horarios y la frecuencia de salida de las rutas, que satisfagan la demanda de transporte en la ciudad.

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lunes, 30 de septiembre de 2013

Maracaibo y la lluvia


"Muy lejos de mi ambiente pensando en mi lago
en la ciudad que un día me viera nacer
la lluvia tenaz sigue, inunda los campos
en la tarde andina sin sol y sin luz"

Lluvia. Luis Guillermo Sánchez


En este verso habla el autor de una (muy común) lluvia andina que contemplaba, mientras extrañaba el sol marabino. Escena que yo viví tal vez muchas veces por casualidad. No sé por qué he querido iniciar con este sentimentalismo, quizás por la lluvia, y por Maracaibo, de la cual uno odia pero extraña precisamente su característico sol de casi todos los días.

La lluvia, el chubasco de por estos días, unos años más intenso que otros, hace que la temperatura baje y hasta se vuelva tolerable, pero ¡oh! pequeño detalle, que la vida aparentemente se detenga. Quizás vengo a hablar de lo mismo de siempre, del transporte, de las calles, de las cañadas, de la ineficiencia.

Una manera muy eficaz de sentirse completamente atrapado es estar en una avenida principal de Maracaibo, en hora pico, a punto de caer la oscuridad, en medio de una tormenta, necesitando estar en algún lugar, y resignado a que no hay transporte público, taxis menos, y lo más probable es que llegarás con los pies mojados a casa.

Aquí la lluvia paraliza la vida. Si llueve, nadie cuenta con nadie, y por supuesto, todos tienen la excusa perfecta. Es un círculo vicioso. Lo que más me molesta, es que todos justifican a todos, hay que entender a los del transporte, sus carros son viejitos, no hay pasajeros; a los taxis, pobres, los huecos no se ven, los repuestos están muy caros; y así...

Y uno queriendo cumplir sus objetivos del día, teniendo la más sana intención de disfrutar de la lluvia, pero en camino hacia donde uno tiene que ir, tranquilo, pero tiene que acabar resignado. No hay transporte, las aceras están inundadas, el centro se pone horrible, mejor espero a que escampe... o qué remedio, me quedo en casa.

Maracaibo en la noche, con lluvia. ¡Ups! imagen repetida (para tema repetido)

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jueves, 26 de septiembre de 2013

¡Tómate la pastilla!

Hay una vergonzosa anécdota de mi infancia, a lo mejor tonta, pero no irrelevante, que en mi hogar gustan de recordar.

La primera vez que me tocó tomar un antibiótico en pastillas, nunca me atrevía a meterla en mi boca, y tragarla. Qué se yo, me consumía el terror de quedarme atragantada, de que se fuera esa cosa tan grande "por el camino viejo"...

Lo cierto es que yo permanecía un tiempo absurdo (hablo de media hora, quizás más), con la monstruosa pastilla en la mano, contemplándola irracionalmente, y el vaso de agua en la otra, pensando y buscando la voluntad necesaria para poner la pastilla en mi lengua y acto seguido beber agua y tragármela. A veces lloraba; tanta era la desgracia de tragarme aquel objeto que no podía masticar.

La anécdota, cosas de niño asustado, no me avergüenza por lo que fue, sino porque mi actitud ante la novedad suele ser más o menos esa. Lo cierto es que al final, al menos mil pastillas ya me habré tomado a lo largo de mi vida.

Esta historia puede parecer una redundancia del primer escrito que publiqué en este blog, y que como es de esperarse, casi nadie leyó. Pero es que acaso solemos ser estructuras basadas en patrones, y nos repetimos hasta el cansancio. ¿Cómo podría existir un individuo, ser autónomo, si no es repitiéndose, auto perpetrándose?
cora álvarez / Foter / CC BY-NC-SA
La graciosa metáfora de la pastilla, hasta me hace recordar la metáfora de Morfeo en Matrix, solo que, pequeña diferencia, Morfeo daba a escoger a Neo entre dos pastillas, una azul y una roja, yo tenía solo una en la mano, y era incapaz de tomármela. A veces pasa justo así, ni siquiera hay que elegir entre una opción u otra, sino entre tomar la única opción o no; o es que, como he visto decir, no hacer nada es también una opción, muchas veces elegida por muchos.

¿Soy una persona cómoda, perezosa, cobarde? Me gusta aplicarme esos adjetivos, pero no sirve de nada, pues en mi vida creo que no es lo que he demostrado, y aunque el momento de decidirse a tomar la pastilla puede parecer eterno, luego la tomo mil veces, y recuerdo con no mucha gracia, mi fatídica indecisión inicial. ¿Acaso una persona cómoda, perezosa, cobarde, se molestaría siquiera en escribir esto? ¿Para qué molestarse?

Déjenme pues, es que ando ahorita con la pastilla en la mano.


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viernes, 20 de septiembre de 2013

Borges y la mecánica cuántica

Fuente


Navegando por las redes sociales, me encontré hace dos días accidentalmente que habría una conferencia de la gente de Parque Explora, de Colombia, cuyo título no pudo llamar más mi atención: "Borges y la mecánica cuántica".

Resulta ser que el profesor Alberto Rojo, que la impartió, publicó un libro en el que relaciona algunos de los conceptos de la física moderna, con los de la literatura borgiana. De un primer vistazo, me pareció que tenía mucho sentido, por el manejo que se ve en Borges de conceptos como el tiempo, el infinito, los sueños, la memoria, las posibilidades, los laberintos...

La manera como me topé con Borges en primer lugar a lo mejor resultará poco creíble. Yo tenía un pequeño escrito en el que describía la vida como un gran río con miles de ramificaciones, y cuya corriente representaría el tiempo, que nos obliga siempre a ir en la misma dirección, y que inevitablemente tengamos un tramo limitado para escoger cada ramificación.

Una metáfora no muy descabellada, y a lo mejor común, de mis años infantiles. En la casa encontré una edición de El Nacional de Ficciones, y fue por el subtítulo El Jardín de los Senderos que se Bifurcan, que me animé a leerlo.

No esperaba encontrarme a las puertas de ese mundo de maravillas y deleites abstractos en el que Borges nos sumerge. Recuerdo siempre con especial sensación Las ruinas circulares, Funes el memorioso, El jardín de los senderos que se bifurcan, Tlön, Uqbar y Orbis Tertius, y el mencionado por el conferencista: La biblioteca de Babel

El señor es genial y se expresa con claridad sobre temas tan profundos. Ya en mis elogios a Capra he mencionado lo importante que me parece la exploración y divulgación de la ciencia moderna.

La conferencia es abordada con un tema sin duda importante: la ciencia como experiencia estética. Me identifico con la visión expuesta, y de hecho casualmente hace poco tuiteaba que tengo ese defecto de ver la ciencia como poesía ya que, aunque no entienda nada, siempre tengo un goce estético con ella.

Luego habla de cómo se ha citado a Borges en trabajos científicos, y como éste se adelantó a muchas ideas que hoy son teorías de la física cuántica. El genio de Borges no tenía límites, a mi parecer, y su estilo que se nos confunde entre literatura, ciencia o filosofía, en verdad me cautiva.

En La biblioteca de Babel, como nos explica el señor Rojo, Borges expone una idea que para la combinatoria y la estadística es interesantísima. Un número enorme de tomos, de determinada cantidad de páginas, que contienen todas las posibles combinaciones de caracteres en dicho número de páginas. La mayoría de los libros son disparates, pero algunos serán joyas de la literatura, algunos nuestras biografías, otros catálogos de la bibliteca misma, etc.

También destaca las analogías entre El jardín de los senderos que se bifurcan, y la teoría de los tiempos paralelos o universos paralelos; o de cómo diferentes bifurcaciones del tiempo pudieran coexistir simultáneamente.

En fin, me gustaría adquirir este libro, y seguir hallando similitudes entre la ciencia y la literatura borgiana. Sin más, les dejo el enlace a la conferencia, y les recomiendo que lean más al maestro Jorge Luis Borges.



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