Profesores he tenido muchos, maestros muy pocos. Los maestros van más allá de impartir el conocimiento y la técnica, más allá de la rutina educativa sistemática, ellos son mentores. No quiere decir que quienes hayan sido mis profesores no tengan el potencial de ser maestros. Los maestros de cada quien son como los amores de cada quien. Hay una conexión especial que hace que alguien pueda ser nuestro mentor, y que más allá de enseñarnos, logren guiarnos y hacer de nosotros un ser humano que antes de ellos, no éramos. Para ser un maestro, ni siquiera es necesario tener un título de educador.
Aún así, el profesor es absolutamente necesario. No sería lo que soy sin mis maestros, pero no sabría lo que sé, ni habría tenido millones de vivencias, sin mis profesores. El día de hoy es para todos, claro. Pero yo lo quería dedicar especialmente a mis maestros.
Maestro y niño. Jan Amos Comenio Tomado de: La tinta invisible |
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me encantó :)
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