Me he dado cuenta en mi experiencia que mucha gente se aleja voluntariamente de las instituciones religiosas por considerarlas hipócritas o políticamente incorrectas, o porque prefieren iniciar su búsqueda espiritual de un modo muy personal. Muchas de estas personas dicen no creer en "dios" como un ente, como un ser, sino más bien como una "esencia", como la "conexión" entre todo lo que existe, y sin embargo, no se declaran ateas.
Esta tendencia tiene un nombre en realidad, se conoce como panteísmo, y su premisa fundamental es que todas las cosas están conectadas por una esencia última, que puede verse como equivalente a "la naturaleza", y que esa esencia es "dios". También hay un denominado "panteísmo ateo", que básicamente expone lo mismo, pero sin creer que esa esencia tenga una "conciencia", una "voluntad", una "omniscencia", simplemente todo está conectado, y punto, y que el Universo se reduce a lo que podemos ver, sin que la conexión entre las cosas dependa de algún "plano superior" (para más información, pueden consultar el post Teísmo, Deísmo y Panteísmo, del blog Ateísmo para cristianos).
A este sentido quiero agregar que yo misma no comprendo por qué los "panteístas ateos" no son "ateos" y ya. Una deidad, en el sentido estricto de la palabra, es un ser que se supone superior a los seres reales, casi siempre a nivel espiritual. Si no crees en un ser, o en muchos seres superiores, ¿qué es lo que te falta para ser "ateo"?
Me he dado cuenta, por medio de conversaciones personales, que mucha gente tiene un cierto temor a declararse ateo(a). Aunque no crea en seres superiores, sino en "conexión", en "energía", o cosas por el estilo. Piensan que la palabra "ateísmo" elimina la magia, en el sentido de sentimiento humano. En sí la mayoría de los ateos descarta la existencia de cualquier cosa sobrenatural, al menos hasta que sea probada; por otro lado los agnósticos afirman que de existir cualquier cosa sobrenatural, es inalcanzable para quienes formamos parte del "plano natural" (por exponerlo de algún modo sencillo). Pero ninguna de las dos posturas elimina la magia, repito, como sentimiento humano. Ninguna de las dos posturas elimina el sentimiento de conexión tampoco.
Yo soy atea, y por medio de lecturas científicas, por medio del arte y por medio de lecturas filosóficas, he concluido, y siento, que todo en el universo está profundamente conectado. Lo he visto en las partículas subatómicas, en las teorías de la complejidad, en los modelos sistémicos, en el caos, en las formas cómo surgen lo elementos básicos de la vida muy lejos de aquí, en la evolución. No hay necesidad de creer en algo sobrenatural para sentirse conectado con el cosmos.
A lo que quiero llegar es a que hay que hacer lo posible por perderle el miedo al término "ateísmo", ya que éste denota realmente la no creencia en deidades, más no necesariamente denota el final de las búsquedas espirituales en el sentido más estricto del término: la conexión con el cosmos y con la naturaleza, la superación personal, la búqueda de la sabiduría, la meditación (no se entienda que creo en la existencia del "alma", como algo que puede vivir fuera de nuestro cuerpo o mente).
De hecho yo particularmente considero que el término "dios" me representa un estorbo, pues tiene ya tantas acepciones que uno no sabe a qué se esta refiriendo exactamente, y puede ocasionar la peligrosa simplificación de la búsqueda espiritual de la que hablé. Y aceptar que "dios" es cualquier cosa sobrenatural y que se puede representar o manifestar en cualquier cosa material, es una acepción que siempre constituirá el argumento absurdo por excelencia de los deístas.
"Dios" es una palabra peligrosa por el hecho de ser sustantivo y nombre. Hay alusión necesaria a un "ser", cuando la conexión no es un ser, es una estructura, una relación. Así que aquellas personas que creen en la cosmogonía de la conexión, atrévanse a despojarse del vocablo "dios", y pienso que entonces dejarán de tener ese término como excusa y empezarán a descubrir y a acercarse más al concepto que tienen de "él".
Mearone: Gaia. Fuente: Wikimedia Commons |
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El problema es la estigmatizacion de la palabra ateo! Desde muy pequenos nos dicen que no creer es el peor de los pecados, y eso queda en el subconsciente. Yo mismo de vez en cuando tengo que enfrentarme a esos demonios internos que insinuan que no debo ser lo que soy por temores infundados mediante el adoctrinaniento infantil. He ahi la importancia de la laicidad de la educacion y de que los padres religiosos comprendan de una buena vez que es necesario que le den a sus hijos la libertad de decidir a que religion adherirse una vez tengan suficiente nivel de conciencia. Jamas antes. Saludos.
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