Así es, el día de hoy se realizó una marcha contra el contrabando de alimentos y combustible por la frontera venezolana, fenómeno conocido hoy como "bachaqueo", y que se suma a las causas de la escasez de los productos mencionados. No está nada mal que se protesta contra este fenómeno. Lo que está mal es la naturaleza politiquera de dicha marcha.
En primer lugar, no es realmente una protesta, pues una concentración convocada por el mismo gobernador (oficialista) contra algo que ellos mismos no han podido controlar y se ha acrecentado con los años frente a sus ojos ciegos, es por lo menos cínico.
Este es el único país del mundo donde el gobierno llama a marchar a su favor por problemas que ellos mismos propician con sus políticas económicas, y que llevan años de impunidad, queriendo librarse de responsabilidades, y pretendiendo que les creamos que ahora sí, se ocuparán de nuestros problemas. También se dan un "sabor a pueblo" con estos espectáculos (y claro, a estos sí les dan cobertura mediática), pero es hora de protestar contra los verdaderos culpables: los administradores de la nación.
Gran parte de la cuestión del contrabando está en los subsidios millonarios que tienen la gasolina y los alimentos de la cesta básica. Con la excusa de los "precios justos" y matando a toda nuestra industria, el gobierno ha adquirido, a través de expropiaciones, varias empresas productoras de alimentos que venden a precios de pérdida. Igualmente, nuestro combustible. Para que se pueda vender a estos precios irrisoriamente baratos, se necesita de un fuerte subsidio a la producción, que como se imaginarán, supone un costo altísimo al país.
Pensemos un momento, ¿de quién es ese dinero que subsidia los alimentos y la gasolina? Del país, de nosotros. Y francamente, prefiero pagar a un precio verdaderamente justo los alimentos y la gasolina, cubriendo los costos de producción con algo de ganancia para el Estado o la empresa privada, ya que con eso se asegura que los mismos se queden dentro de nuestra frontera, además de poder invertirse ese dinero público en educación, salud, infraestructura, etc.
Pero ellos, con su gobierno de corte populista, jamás admitirían que son los culpables de lo que ocurre, y siguen agravando la situación con sus nuevas leyes. Suerte con eso.
Foto: Panorama. |
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