Bien, ha llegado agosto. Para envidia de muchos, tengo vacaciones. Aunque estas vacaciones no lo serán tanto, hay un gran reto que se avecina, y debo trabajar duro en él. El fin de semana pasado tuve la oportunidad de ir a la FILVEN en el Centro de Arte Lía Bermúdez. Me gustó la variedad de libros, eso sí, de libros usados. Libros nuevos, en su mayoría, había de las editoras del Estado. Y bueno, lo que no me gustó fue la ideologización chavista, bolivariana, pseudo revolucionaria, por doquier; en los libros que regalaban, en los grupos musicales y las representaciones treatrales. Pero todo se soporta entre libros buenos y baratos, pues.
Este fin de semana me recordó que tengo en mi biblioteca al menos tres decenas de libros que compré y no he leído. ¿Me hará eso una compradora compulsiva de libros? Me acuerdo de esa gente que compra ropa y ni la estrena, pero bueno, ahí están los libros esperándome. Así que, en vista de que en agosto tendré mucho tiempo libre, me he propuesto un reto. Quiero reducir ese cerro de libros sin leer que tengo, y me pondré como meta leer entre 10 y 15 libros este mes. De variados temas. Si leo menos, no habré alcanzado la meta, si leo más la habré superado, pero nada que sea mal de morir.
Pero para que este reto tenga algún sentido, y como compensación del meme que nunca terminé, decidí ir reseñando y comentando los libros que vaya leyendo acá en el blog, simplemente por el placer de compartir y de abrir temas de debate. Las entradas estarán agrupadas en el tag "vacaciones libreras", y bueno, es reusable, a lo mejor en diciembre lo retomo, ya saben. No quiere decir que no escribiré más nada, si se me ocurre alguna otra cosa, o si completo un par de borradores que tengo por allí, igual publico.
¡Nos leemos!
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