miércoles, 27 de marzo de 2013

Buena presencia

Un requisito fundamental (aparentemente) para que te contraten en cualquier trabajo es contar con "buena presencia". Algunos llegan al colmo de solicitar "excelente presencia". Qué es eso, yo no sé, porque la verdad es que suele prestarse para tantas relatividades que no hay manera de prepararse para ello, que no sea arreglándose, al "buen gusto" generalizado y de moda.

Siempre a la entrevista de trabajo uno procura ir más arreglado de lo que irá en los días normales de laburo. Pero cuentos de "buena presencia" he escuchado extremos, y la cosa raya en lo absurdo.

Recuerdo que cuando iba a la universidad, solía recibir muchas críticas de parte de cierto público masculino por no llevar nunca maquillaje (el cual todavía no uso a diario, lo reservo para actuaciones y conciertos); por andar de pelo suelto, pero no secado ni planchado y además escalonado, lo cual muchos de ellos interpretaban simplemente como "despeinado" (y eso que tengo un pelo lacio como pocos), y por vestir poniendo por encima la comodidad sobre la "belleza". A esto agreguen que uso las uñas cortas por el instrumento. Todas esas cosas, pues a muchos de ellos no les parecen.

Otros críticos masculinos que son molestos sobremanera, son esos gordos panzoncitos que a cada rato te critican la figura. A veces no para decirte que estás gorda, sino también "demasiado flaca". A veces lo hace la misma persona en ocasiones diferentes, lo cual me deja un poco confundida. Pero sobre todo me molesta que lo haga alguien con sobrepeso, porque muchos hombres piensan que ellos tienen licencia de ser todo lo feos y gordos que les plazca, pero las mujeres no, imagínense, eso es desagradable.

Fenotipos y variedades hay miles, pero aparentemente para ellos todas las mujeres tienen que ser, al menos, "arregladas". Olvídenlo, eso de que el hombre "mientras más feo, más hermoso", y la mujer arregladita y flaquita, por favor, es machismo puro.

En cuanto al punto por el que comenzaba, he escuchado unas historias de trabajo inauditas. Conocí a una respetable profesora que renunció a una universidad porque se le exigía que fuera maquillada y de tacones a dar clase. Dar clase es un trabajo en el que uno pasa mucho tiempo de pie, y que se le exija esto a una persona de edad me parece, por lo menos, una falta de respeto.

Conocí a otra muchacha que trabajaba en medios de comunicación, a quien le exigían llevar el cabello planchado (ella lo tiene naturalmente rizado), por lo cual hasta perdió la forma de su "look" natural. También hay historias de hombres a quienes no les dejan llevar barba, ni siquiera arreglada, ni usar el cabello largo, porque no se ven "limpios". El único caso en que esto es aceptable (y no estaría tan segura) es en los trabajos que requieren manipulación de alimentos, y sin embargo, a ninguna mujer le mandan a cortar el cabello (incoherencia).

He conocido profesores de instrumento que no soportan las uñas pintadas de colores llamativos o fuertes, porque "eso no es presentable", y profesores de cualquier cátedra que le dicen a las muchachas "échate una pinturita" para ir a clase.

No me malinterpreten, mi problema no es con el maquillaje ni con las uñas, de hecho el maquillaje puede ser todo un arte, mi problema es con los estereotipos de "lo que se ve bien y lo que no", "lo que es agradable y lo que no". La manera de lucir de una persona es un reflejo de su subjetividad y estilo de vida, y sobre todo las mujeres sufrimos el señalamiento constante si queremos lucir, o simplemente lucimos de alguna forma que esté fuera de dichos patrones.

En esta sociedad se tiene la mala costumbre de pensar que se puede criticar a una mujer por cómo se ve, cómo se viste, o por andar "mal arreglada", y nadie escatima en los comentarios, ni hombres ni mujeres.  

A ellos hay que responderles simplemente, si no le gusto, no me mire, que no vine al mundo a atraerle a todos tampoco.

¿Y ustedes? ¿Tienen alguna anécdota de este tipo?


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4 comentarios:

  1. Muy interesantes tus historias del resto de América del Sur, como siempre.

    No he visto a un presidente (hombre) con el cabello largo, ni aquí ni en ningún lado, pero si aquí hubiera un candidato ¡voto por él! Mis excusas, es que tengo una especie de prejuicio... a favor de los hombres con el pelo largo, jajaja.

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  2. Jajajaja, este no lo había leído, muy cómico y cierto...

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  3. Pues cuando menciona usted la historia de la chica de comunicación, pensé que se trataba de mi.
    Soy publicista en formación, la carrera de la gente que fabrica la "belleza para el consumo" y mas de una vez me han rechazado de trabajos porque mi cabello no es aceptable pero comprobé en ensayo y error (a costa de mi autoestima debo agregar) que en Venezuela al menos, quien no se ajusta al estereotipo de apariencia aceptable o buena; no consigue nada.

    Asistí a entrevistas de trabajo con el cabello alisado y con el cabello rizado. La respuesta era positiva en relación a eso y concluí lo siguiente: En mi vida como parte de la sociedad de mi región, las personas de cabello rizado son de cuestionable responsabilidad. Al parecer el cabello rizado ademas de verse divertido, se ve descuidado según pensamiento general (obviamente esto es falso, el cabello rizado necesita MUCHO cuidado y mantenimiento). Así entonces la gente que tiene el cabello rizado se ve relegada a un perfil de "poco responsable" y "descuidado", quizá "demasiado juvenil y despreocupado/a".

    La buena presencia es algo diferente. va mas en lo que te representa profesionalmente y según creo, lo que debería representarte es tu labor o profesión, no tu ropa y maquillaje.
    Saludos.

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    Respuestas
    1. Es realmente preocupante que existan esta clase de prejuicios, y que sea generalizada la cosa.

      Gracias por leer y comentar.

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