Esas mujeres que perpetran el modelo paternalista desde nuestra tierna edad. Esas madres machistas.
Esas que visten de celeste al niño y de rosado a la niña. Que le compra carritos y soldados al niño, y maquillaje, cocina y bebé a la niña.
Esas que dicen que el niño no lava platos, ni barre, ni prepara comida, ni hace nada en la casa.
Esas que meten al niño en deporte, y a la niña en modelaje. Y no admitirían que el niño quiera hacer ballet, o que la niña quiera jugar futbol.
Esas que desde que la niña tiene ocho años, le dicen que está panzona, que tiene que hacer una dietica para cuidar la figura, y las llevan a la peluquería a arreglarse ese pelo feo y hacerse las uñas todas las semanas.
Esas que alcahuetean al niño y sus novias, y lo dejan salir a donde quiera y cuando quiera, mientras guardan afanosamente la castidad de la niña, y ponen mucho cuidado con el novio que elijen, y si ese novio puede darles la vida "que se merecen".
Esas que dicen que las niñas son delicadas y sumisas, y no hablan feo, ni dicen groserías, y menos enfrente de los niños.
Esas que piden al niño que tenga una carrera respetable, y a la vez productiva, sin importar sus gustos, talentos y sueños.
Esas que sueñan con tener un bebé de un sexo u otro, para hacer construcciones en torno a su género, y no dejar desarrollarse libre y creativamente a esos seres humanos que traen al planeta Tierra.
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