jueves, 6 de febrero de 2014

La fe en el aprendizaje

Si para algo hay que tener fe es para aprender. No digo que sólo teniéndola se vaya a aprender mucho. Pero el proceso de aprendizaje requiere de una inmensa confianza en nuestros procesos inconscientes, que a veces no es fácil de  mantener.

Cuando estamos aprendiendo algo nuevo, sobre todo algo que construirá un gran salto de nivel para nosotros, las cosas parecen ponerse feas, son más los ratos en los que parece que aquello es imposible, está fuera de nuestro alcance como individuos, y por supuesto no somos capaces de ver hacia donde aquello nos llevará.

No digo esto con intenciones de caer en autoayuda rancia. Lo digo porque lo he vivido muchas veces en mis ámbitos de acción/práctica, como la música (sobre todo en cuanto al instrumento se refiere) o el kungfu.

A veces uno practica algo, una y otra vez y parece que no es capaz de avanzar o continuar aprendiendo. Hay que trabajar lo más y mejor posible. Pero una parte la hacemos solos, digamos  involuntariamente, y hay que confiar en ello. Muchos avances parecen darse  repentinamente, una mañana, de pronto. Pero no es así. Nuestro trabajo es progresivo y gran parte de él se da sin que nos percatemos. Eso sí, mientras mejor se lleve la siembra, mejores sorpresas obtendremos al momento de la cosecha.

Este proceso no lo vemos solamente en nosotros mismos. Cuando enseñamos, a veces nos parece que el alumno o aprendiz no responderá a las exigencias, puestas por nosotros mismos y basándonos en lo que vemos en ellos y en sus capacidades. A veces pareciera que nos equivocamos, que debimos exigir menos o pasar primero por algún punto intermedio. No es que los errores no ocurran, pero en muchos casos debemos confiar en lo que ese aprendiz será capaz de hacer. Que un proceso se está dando dentro de él, y que el mismo requiere tiempo y maduración.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...