domingo, 1 de marzo de 2015

Hace un mes

Cada vez que anochece, que es hora de ir a la cama, no puedo evitar mirar la ventana. Mi cuarto era casi contiguo al tuyo, y las ventanas se miran. Además nunca he puesto cortina mientras he vivido en tu casa, y confieso que tengo un extraño gusto porque entren las escasas luces nocturnas y la luz del día en la mañana, así que para mí no es cosa seria eso de buscarse una cortina.

A través del vidrio escarchado, siempre me daba cuenta si ya te habías acostado o no, no porque hubieras apagado la luz (que nunca te quedabas a oscuras del todo), sino porque distinguía cuándo estaba encendida la luz del techo y cuándo la lámpara de tu mesa de noche. Y casi siempre te acostabas mucho más tarde que yo, aunque me distanciabas por dos generaciones. Eras una ama de casa nocturna.

En cierto modo tu presencia y tu (mucho y a veces atorrante) bullicio, con la música y con los programas de TV medio tontos que gustabas, me daba cierta tranquilidad a la hora de dormir. Sí, siguen habiendo cinco personas más en esta casa, pero ya sentir a una para acá y para allá es de repente tranquilizador.

Ahora no hay nada a través del vidrio escarchado. Ausencia y a veces oscuridad total. Creo que quiero una cortina. Pensando por las noches a veces te recuerdo con nostalgia, otras con tranquilidad, otras me aterrorizo, y otras no puedo sacar de la mente tu inmerecida agonía.

De todos mis abuelos, eras la más joven, y sin duda la más saludable, aunque con esas obsesiones que te mortificaban tanto, eras la única que aún caminaba erguida, con tacones hasta para andar por casa, te arreglabas y bañabas antes de salir todos los días, a manejar sin necesidad de anteojos y de pronto llegabas con la suficiente energía para maldecir a todo pulmón al gobierno. Lucías mejor que muchas cincuentonas.

Aunque más de siete décadas ya contabas, nunca creyó nadie que te vería desfallecer así de repentinamente, aún contigo pude constatar la fragilidad de la vida. Quizás, comentan todos, que tu amor de madre fue el que te ausentó, porque no hay dolor más grande que perder un hijo, dicen.

En los días en que te veía desvanecerte, y aún después que te fuiste, casualmente el día en que tu hija ya no cumpliría más años; no podía yo más que acordarme de cosas increíbles, cosas buenas y maravillosas que en su mayoría no recordaba hace mucho tiempo.

Un amigo se antojó de escuchar el álbum Clásicos de la Provincia, de Carlos Vives en esos días, y sonreí y lloré acordándome de esos días por el año 95 en que te encantaban esas canciones, y Carlitos también con lo bello que estaba, y Chayanne, y Juan Gabriel, y Marco Antonio... Me acordé de la época en que nos llevabas a la librería y comprabas para nosotras (mis hermanas y yo) todo el tiempo blocks de hojas blancas y portaminas de esos de puntitas cambiables que tenían olores... hasta los olí.

Me acordé de los días en que vivíamos fuera de la ciudad y nos quedábamos a dormir en tu cuarto en colchones improvisados y veíamos comiquitas en tu televisor todas las mañanas; me acordé de los ángeles de colores que tenías tejidos en tu cuarto; de tu metafísica; de tu librería, todo un mundo lleno de recetas y de revistas fashion y faranduleras, de los librillos de cruzaletras y del café con leche que nos hacías; de tus cuentos de club y de gimnasio, cuentos al estilo señora burguesa de los 50's. Me acordé cuando hace unos años atrás nos llevabas todos los sábados a desayunar tortas y café con mi mamá, o mejor aún, de cuando hacías tus tortas; y también de la mucha ira que sentí cuando tuvimos que venir a vivir a tu casa.

Me acordé mucho de tu voz, en estos días soñé con ella: de pronto te oí y conscientemente fui a verte, porque hacía tiempo que no te veía. Me acordé también de las canciones que me cantabas de niña. Había una que hablaba de una barca que se iba que me gustaba mucho, y la he buscado por internet, pues no me acordaba de toda la letra... Tal vez si el cielo fuera tinta y el suelo fuera papel podría enviarte esta carta.

A mi abuela Lucrita (1940 - 2015)


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...