Ustedes saben que no quiero contaminar mucho este blog de politica, pero al fin y al cabo, ella trastoca todos los temas sociales, de los que sí me gusta hablar, y si hay un tema que no he tratado, pero que carcome la mente y nos llena de miedo todos los días es el de la inseguridad y la violencia que hay en nuestro país.
El caso del cantautor Onechot, más que ser especial, es un caso que raya en la ironía. Yo fui de las que publicó su famoso video Rotten town en todas las redes sociales, porque para mi tiene un gran enfoque de la realidad que se vive día a día en nuestro país, y que a todos nos afecta. En primer lugar, la víctima del video es un niño, como los muchos que mueren debido a balas perdidas, en medio de tiroteos, y constituye la máxima expresión de la víctima inocente, esa que simplemente estaba en el camino, y de repente le tocó estar en la trayectoria de un proyectil, detonado irresponsablemente y sin el más mínimo respeto por la vida, estuviera dirigido a él o no.
Por otra razón que nos llamó la atención ese video en aquel entonces, es porque fue censurado por este gobierno, que lo tildó de "amarillista". Este video no creo que sea amarillista en lo más mínimo. Es más, es sublime, y sutilmente connota la verdad que tanto nos quieren meter en la cabeza los pro-gobierno: que del problema de la inseguridad somos responsables todos, que, como en la pieza audiovisual, todos tenemos hasta cierto punto las manos manchadas de sangre.
Y sí, hasta cierto punto es así. Es así no porque sea culpa de nosotros que maten a otro, sino porque entre todos los ciudadanos de este país hemos construido esta comunidad movida en todos los sentidos por la corrupción y el clientelismo. Todos somos cómplices de ella. Y corrupto no es el político que roba. Corrupto también es aquel que cobra para sacar un papelito, o por cualquier servicio que se supone público. Corrupto es el matraquea en vez de aceptar una multa. Corrupto es el que en vez de trabajar le saca los billetes que puede al gobierno. Corruptos son todos los que participan todos los días de estas transacciones. Y ya esa corrupción ha llegado a un punto en que no podemos controlarla. En todos lados hay mafias, e intentar oponerse a ellas puede costar la vida.
Y por qué la actitud corrupta afecta en la violencia que vivimos día a día. Porque no se puede explicar que los malandros estén mejor armados que las autoridades de seguridad. Porque esta corrupción carcome las instituciones educativas, y la educación es clave en el empleo, en la cultura y en la no violencia; porque la crisis económica es un caldo de cultivo para el crimen, y para la misma corrupción. Y ni hablar del sistema judicial y carcelario.
No entiendo, no entiendo a las personas pro-gobierno de Chavez, que dicen que la inseguridad y la violencia son construcciones mediáticas. ¿Ustedes de verdad creen que yo me siento insegura porque lo dice Globovisión? No qué va. Más de la mitad de mis familiares ha sido atracado al menos una vez. Mi padre casi muere por un tiro que le dieron en un atraco. Cuentos de amigos me sobran. Vecinos ni hablar. Uno que me impresionó mucho fue un atraco que presenció alguien que conozco, en el que uno de los delincuentes portaba una ametralladora, y la usó, cayeron seis muertos, inocentes, y la persona conocida se salvó porque un cadaver bloqueó las balas. ¿Eso es normal? ¿Eso es una "sensación"? Salir a la calle, estar en tu casa, cualquier cosa, es una ruleta rusa. Y ninguno de los casos que conozco de primera mano "salió en Globovisión", uno que otro en los periódicos locales. Y no me hablen de que esto es una cuestión de que "los ricos tienen mucho". La brecha de clases en Venezuela es considerable, y eso es lamentable, pero cuando de inseguridad se trata, en los barrios se vive peor. Por las guerras entre pandillas y por los constantes amedrentamientos a los que son sometidos quienes viven y trabajan dignamente, pero no tienen los ingresos para vivir en otra parte.
Lo peor es que en estos tiempos, y como bien lo ilustró este señor, le quieren echar la culpa a uno de ser atracado o herido de bala. Que si qué hacías por ahí, que si no debiste hacer tal movimiento, etcétera. Lo siento, pero la culpa es del ladrón-asesino, de más nadie. Dicho sea de paso, nadie sabe cómo reaccionará si su vida se ve amenazada.
Esto no es un post anti-Chavez. Es un post en contra de la violencia. Y si gana alguien más en las elecciones de octubre (eso espero, y no porque "Chavez me cae mal", sino por una cuestión de alternabilidad), al que se pare ahí, le pediremos políticas en pro de la paz, en pro de la seguridad y de la tranquilidad, y si no hace nada, igual le reclamaremos. Es nuestra obligación. El que se pare ahí no es nuestro jefe, es nuestro empleado.
El caso de Onechot, solo demuestra eso, la ironía. La ironía de atreverse a denunciar un problema, y acabar siendo una víctima más. Espero lo mejor para él, y para todos ustedes. Que nada les pase hoy cuando salgan.
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