martes, 29 de mayo de 2012

Matrimonio gay: entre la reivindicación social y el trasnocho cultural

En 1804, se legaliza por primera vez en Francia el divorcio en su forma jurídica. Este es consecuencia directa de los ideales de la Ilustración y la Revolución Francesa, que conllevaron a la secularización en muchos aspectos de la vida, incluyendo al matrimonio. Por primera vez, un matrimonio podría disolverse por voluntad de las partes, sin necesidad de que hubiere una solicitud de anulación o separación hacia las autoridades eclesiásticas. Con el tiempo, el divorcio se aprobó en todo el mundo y se ha convertido en una práctica muy común. Consultando diversas páginas me doy cuenta de que el promedio de duración de un matrimonio en la actualidad está entre los 10 y los 15 años.

El divorcio es una consecuencia del matrimonio. El matrimonio no es más que una construcción ritual - cultural alrededor de hechos naturales humanos como lo son el apareamiento, la reproducción y la crianza de los hijos. El mismo ha adoptado muy diversas formas, aunque el más común actualmente sea el matrimonio monógamo, en el cual, las prácticas bígamas o promiscuas por alguna de las partes, son motivo de disolución o divorcio. Sin embargo, sabemos que existen culturas que permiten la poligamia (por lo general, un hombre con varias mujeres). Muchas veces se señala la institución del matrimonio como una necesidad de las economías feudales, en las cuales, las personas se asentaban en un lugar y tenían que trabajar la tierra para conseguir el sustento diario, por lo cual, el hombre y la mujer tendrían roles complementarios en el trabajo de la tierra y el cuidado del hogar y de los hijos. Así mismo, tener numerosos hijos era una ventaja, tanto para el trabajo de la tierra, como por el hecho de que la esperanza de vida era muy corta y los numerosos nacimientos compensaban esto para la preservación de la familia, la estirpe y con ello la especie.

Eso en cuanto a la necesidad, pero como el hombre no es un ser totalmente pragmático y altamente ritual, se construyeron un montón de simbolismos y de códigos alrededor de la institución matrimonial, en general regulados por las religiones y por las autoridades religiosas. Con la secularización del mundo contemporáneo, el matrimonio hoy es competencia del código civil, y el matrimonio eclesiástico constituye una ceremonia aparte, no obligatoria, y sin validez legal de no existir el matrimonio civil (no sé si esto es así en todos los países). Con el advenimiento de la sociedad industrial capitalista, el significado de la institución matrimonial ha cambiado, y hoy en día tiene más connotaciones románticas que pragmáticas, y en un montón de idealizaciones, por lo cual, mucha gente se divorcia tempranamente, con experiencias traumáticas y observándose claramente el aprovechamiento material por alguna de las partes en muchísmos casos; y por otro lado, ha provocado que la población en general deje de creer en dicha institución. Por más que ciertas mentes trasnochadas nos quieran hacer creer que hay que defender la "familia tradicional", las estadísticas eso demuestran.

Yo personalmente, no creo en el matrimonio. Es más, la monogamia me tiene en duda. Soy atea, así que los fundamentos religiosos no me interesan. Tengo la misma pareja desde hace más de cuatro años, él está muy consciente de que yo no me quiero casar. Vivir juntos, tal vez, y si las condiciones son buenas. Reproducirnos, a consideración también. La crisis en general y los problemas de sobrepoblación hacen que muchos jóvenes hoy en día piensen como yo. Sin hablar de que la simple ceremonia matrimonial (y más si los casamenteros son altamente idealistas y romanticones) puede llegar a ser muy, muy costosa; sin que esto dé garantía de que realmente los esposos van a durar juntos un tiempo en el que dicha inversión haya valido la pena.

Hablando ya de monogamia, sabemos que eso del amor ha sido estudiado por científicos y todos llegan a la conclusión de que sí, el amor existe, pero en general no es una cosa duradera. Así que para que dos personas permanezcan unidas y fieles para toda la vida hace falta mucho más que amor. Hace falta amistad, tolerancia, un bienestar económico mínimo y mucho autocontrol por parte de ambos. A menos claro, que las infidelidades sexuales no les importen, o al menos ninguno se dé cuenta de la infidelidad del otro, porque así como el amor, los celos también existen.
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Quien haya seguido mi blog se dará cuenta de que soy defensora de la diversidad sexual, más allá de defender los derechos de los homosexuales. Advertiré, aunque no lo considero necesario, que hasta el sol de hoy, yo soy una mujer "heterosexual", como han decidido llamar a eso de sentirse atraído por el sexo opuesto.

El problema de las luchas por parte de las minorías sexuales hoy en día, no considero que sea un problema de simplemente "defender los derechos del colectivo LGBT" (como han decidido llamar a las minorías sexuales organizadas, porque no son todas. Algunos le agregan una "I" de "intersexuales"). La lucha actual, como dije en otro post, es una lucha de todos, porque es una lucha para que la orientación sexual no sea motivo de discriminación o de negación de ciertos derechos. Es todo. En otras palabras, para que, sin importar tu orientación sexual, tus derechos humanos estén garantizados. Sin embargo, el colectivo LGBT padece muchas veces de un mal que padece en general TODA la sociedad contemporánea: la hiper-exaltación de la sexualidad, o el poner el aspecto sexual por encima de todo tu carácter humano. Un ser humano es mucho más que su sexualidad, y la sexualidad de un ser humano es mucho más que su orientación sexual. Esos son temas en los que no me extenderé, porque considero que dan para escribir artículos aparte.

Sin embargo, debemos considerar que su lucha en verdad tiene un sentido, siendo que en este mundo, todavía son muchos los actos de odio que se cometen contra seres humanos, solo por su orientación sexual, llegando a criminalizarse y muchas veces a penarse con la muerte; cuando en la Declaración Universal de los Derechos Humanos está asentado que nadie puede ser discriminado por ello. Entonces la lucha y la denuncia constante que vemos en la actualidad tiene sentido, porque no es que el hecho de que seas gay importe, es que al contrario, no debería importar. Deberías ser libre y responsable de tu sexualidad, como cualquier ser humano debería serlo.
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En la lucha por los derechos del colectivo LGBT han surgido dos propuestas importantísimas, que han dado sus frutos. Una de ellas, el matrimonio igualitario, y otra, la adopción para parejas homosexuales. Para mí, la adopción tiene más sentido que el mismo matrimonio. Si quieren saber mi opinión al respecto, pueden remitirse a la entrada que escribí sobre ello, pero a resumidas cuentas, pienso que la reproducción y la crianza son derechos de cualquier ser humano, sin que la orientación sexual suponga limbos legales en su derecho como padre/madre, sea biológico o adoptivo.

Sobre el matrimonio igualitario tengo una postura un poco indecisa. Como dije anteriormente, defender los derechos de todos significa que todos podamos tener acceso al marco legal sin importar la orientación sexual, y eso incluiría el matrimonio. Pero por lo que expuse en primer lugar, considero que el matrimonio es una institución en franca decadencia.

Lo más probable es que una vez que dos personas del mismo sexo contraigan matrimonio, enfrenten los mismos problemas que cualquier pareja heterosexual: que peleen, que tengan problemas con la familia del otro, que sean infieles, que finalmente quieran divorciarse y que tengan que enfrentar una separación de bienes. Eso de casarse con la pareja aunque sea del mismo sexo, suena muy bonito y todo, pero eso viene en combo, y lo más probable es que las estadísticas terminen siendo similares a las de los matrimonios heterosexuales. Pero si ellos quieren eso, pues que se cumpla su deseo.

Creo que el matrimonio igualitario, más que una lucha de derechos, es un objetivo simbólico, que puede tener mucho peso en un mundo en el que todavía la gente se casa. Pero para mí, el matrimonio tarde o temprano va a encontrar su punto de abolición o simplemente va a caer en el desuso, aunque para esto falta mucho todavía.

danny.hammontree / Stock Photos

domingo, 27 de mayo de 2012

Entre calorones y apagones


El clima de Maracaibo no es cosa fácil. Mucha gente dice que aquí no se viene a vivir más gente debido al calor que hace. El poeta Rafael María Baralt nos llamó "la Tierra del Sol amada", y hasta nuestra bandera tiene un Sol. Estamos ahora en la peor época al respecto, se acerca el solsticio de verano, y por lo tanto entran los días más largos y los meses más calurosos. Por estar nosotros en el trópico, eso de "los días más largos" no nos afecta así tanto, pero la temperatura nos pone locos, por más de que hayamos nacido en estas tierras. La cosa es tan dura que hasta los periódicos lo convierten en noticia de todos los días: hemos alcanzado temperaturas de 45°C, y humedades de hasta 100%.

Aunados a nuestra situación geográfica, hay factores que empeoran nuestra situación. Dos de ellos son la falta de planificación urbana y el hecho de que las estructuras arquitectónicas en general no se adaptan a nuestro clima. De hecho, según mi hermanita arquitecta, ni siquiera las normas de calidad térmica están bien redactadas y son contraproducentes en cuanto al calor. Los edificios están pensados para la existencia del aire acondicionado, y los arquitectos prefieren hacer las edificaciones en función de un mejor rendimiento del enfriamiento artificial, en lugar de pensar en lugares más frescos naturalmente.

Cuando hablamos de este problema, pareciera que el aire acondicionado es nuestro gran enemigo. No solo contribuye al aumento de la temperatura exterior, sino que también ha ocasionado que Maracaibo sea una de las ciudades con mayor consumo eléctrico per capita. En esta ciudad hay malísimos hábitos en cuanto al aire acondicionado. Hay un dicho popular que lo ilustra muy bien: "Maracaibo es la ciudad más fría de Venezuela". Y es que si los aires acondicionados trajeran la opción de que nevara dentro de la casa, los marabinos la usarían. La gran mayoría de los aires en los espacios públicos y privados están al máximo, lo cual hace que irónicamente la gente tenga que usar sweters y chaquetas en las áreas interiores. Los marabinos se ponen la chaqueta para entrar y se la quitan para salir, un completo sin sentido.

Y como si esto fuera poco, en la mayoría de las casas (incluyendo en la que vivo), hay secadora de ropa y ¡calentador de agua! Así es. La gente duerme con el cuarto tan frío, que se para en la mañana a ducharse con agua caliente, como si el agua aquí no lo fuera lo suficiente.

Las malas costumbres son bien conocidas aquí, sin embargo, no hay política que las haga cambiar. Aunque a este respecto, hay muy pocos esfuerzos realizados. Aún así, hay que hablar de que en Maracaibo el calor debe ser considerado un problema de salud pública, y hay que hacer lo posible para que la población no lo padezca tanto. Hay estrategias mucho más inteligentes que un aire acondicionado en el mínimo termostato, cosa que dicho sea de paso, puede producir resfriados y gripes por el constante cambio de temperaturas al que nos sometemos a diario.

Por otro lado, nuestro país ha estado sumido en una crisis energética sin precedentes en los últimos años. Las causas han sido achacadas a muchas variables, primero a la sequía, luego a la cuarta república, al sabotaje, etcétera. Pero la realidad parece demostrar que hubo una falta de inversión en los sistemas, mientras la demanda energética siguió en crecimiento, por lo que el sistema llegó a un punto de colapso. Esto se comprueba cuando las supuestas causas alegadas dejan de existir, y el sistema sigue sin funcionar eficientemente. La sequía pasó, la cuarta dejó de existir hace trece años, y los sabotajes nunca han sido probados. Y en este gobierno, aunque populista, quienes siempre terminan pagando las consecuencias son los ciudadanos. Por esa razón, se aplicó un plan de racionamiento en gran parte del país, y qué cosas, en Caracas no. El racionamiento fue depuesto finalmente, pero el sistema eléctrico sigue estando inestable, y siguen habiendo largos apagones por sectores, como si el tal racionamiento nunca hubiera dejado de existir, con el agravante de que no hay previo aviso, por lo que mucha gente ha perdido horas de trabajo y se le han dañado aparatos eléctricos. Esto sin mencionar que muchas de las formas de generación de energía en el país (a excepción de la hidroeléctrica) son altamente contaminantes, y luego de la crisis es que se han llegado a mencionar otras formas de generación.

De paso, desde hace algún tiempo se ha aplicado un sistema de multas por consumo, según mi opinión, totalmente injusto, ya que por excesos de consumo eléctrico de entre 10% y 20%, te cobran hasta un 100% de sobrecargo en tu factura mensual. Pareciera que el dinero que pagábamos no les alcanzaba, y entonces nos están metiendo un aumento encubierto. Por supuesto, en estos meses calurosos, consumir un poco más que el mes anterior es prácticamente inevitable.

No estoy justificando el sobre consumo de los zulianos, pero la manera de aplicar políticas es totalmente errada. Exponiendo mi caso, por ejemplo, en mi casa vivimos ocho personas, tres de las cuales son de la tercera edad. ¿Tengo que decirle a los ancianos que hagan el favor y apaguen el aire? ¿No saben que las personas más vulnerables al calor son los niños y los ancianos? ¡Hasta yo me he sentido extenuada en estos días por el sol que está haciendo puesto que no tengo vehículo y tengo que caminar y usar el transporte público! Y todavía nos cobran el doble de lo que nos estaban cobrando, y nos quitan la luz sin previo aviso. Es un claro ejemplo de ineficiencia, mal servicio y maltrato al consumidor. Y tantas pendejadas "socialistas" que hablan. Digo esto último, porque las compañías de generación de energía dependen en su totalidad del gobierno central. Sin embargo, debo acotar que en políticas de disminución del consumo, ni las autoridades nacionales ni las regionales ni las locales, ni las rojas ni las azules ni las verdes, han actuado eficientemente.

Y para que no digan que soy una quejona que no propone soluciones, diré algunas cosas mejores que se me ocurren para lograr disminuir el consumo energético en la ciudad. Primero y antes que nada, eliminar las tomas ilegales de electricidad. Así es. El sistema está colapsado y sin embargo, las tomas ilegales abundan, lea bien, ABUNDAN, en la mayoría de los casos hechas en condiciones en las que peligra hasta la seguridad de los peatones y de los habitantes de esas viviendas, y NADIE hace nada para eliminar esas tomas. Segundo, acondicionamiento del entorno urbano general: techos, arborización, planificación según los vientos, etcétera. Tercero, decretar una ordenanza (o cualquier vaina legal de esas) que regule la temperatura mínima de los lugares con aire acondicionados, por lo menos en el sector público y comercial. ¿Quién rayos necesita estar en un banco muriéndose de frío en una ciudad caliente como Maracaibo? ¿Por qué rayos tengo que usar sweter para ver clases en la universidad o en el colegio? Cuarto, modificar los requerimientos de calidad térmica de los edificios, y exigir a las constructoras y arquitectos que los edificios sean en lo posible, frescos naturalmente. Volver a los techos altos, a las ventanas grandes, a los jardines, y olvidarnos de cómo es que enfría mejor el aire acondicionado. Y por último, pueden meterse en la vida privada de la gente, y prohibir el uso del calentador de agua, por ejemplo, eliminar los aires acondicionados de alto consumo (cosa que ya se ha atacado); y si eso no es posible, hacer campañas para educar a la gente al respecto.

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miércoles, 23 de mayo de 2012

Doodling on the Doodle


Hoy todos andan emocionados con el Google Doodle en homenaje a Robert Moog. Y no es para menos, nos han puesto a la orden todo un sintetizador, con grabador incluido, y puedes grabar cuatro voces (o capas), y de paso compartir tu grabación. ¡Un juguetico 2.0 muy genial!

Yo lo ví desde anoche y lo compartí en las redes sociales, sin darme cuenta de todas sus funcionalidades, y hoy, viendo el revuelo que ha producido, me he metido en la página a garabatear en el pequeño sintetizador. Resultó que se podían tocar las teclas blancas con las teclas numéricas, mucho más cómodo que con el ratón, y me puse a ver qué grababa. Decidí hacer un loop de bajo e improvisar una pequeña melodía, con las teclas blancas por supuesto, y aunque no me dejó que fuera más largo, creó que el garabato me quedó chevere.

Aunque no lo crean me acordé de viejos tiempos. Cuando en retrospectiva me pregunto por qué elegí tocar teclados (incluyendo al piano), pareciera que hubiera sido cosa del destino y claro, de mi interés, cómo pasarlo por alto.

De niña tenía un pequeño teclado (realmente pequeño) y de color blanco, y sacaba melodías en él. Pero lo que más recordé con el Doodle, fue un programa que había en mi computadora por aquellos años '90. En el combo de softwares que le fueron instalados cuando actualizamos a Windows 95, había uno que era de audio. No recuerdo bien el nombre, era algo así como SIC Audio Software, e incluía un karaoke, un reproductor, un mezclador y otras cosas que no recuerdo bien. Mi favorito era el mezclador. Busqué por ahí capturas de pantalla a ver si tenía suerte, pero nada que las encontré, eso es muy viejo ya, supongo. El software hasta venía en un disquette de 3 1/2, ¡por favor!

Y me recordó especialmente este software, porque él traía un teclado, que se podía mover de octavas. Estaba todo el registro del piano. Se podían grabar innumerables voces, y yo ponía a experimentar, aunque nunca me salió nada satisfactorio que yo recuerde. Melodías me salían bien, pero hacer dos voces ¡ni idea! No sabía yo nada de cómo unas notas eran "compatibles" con otras. Pero en ese teclado sí se tocaban las teclas blancas con la primera hilera de teclas de letras, y las negras con la hilera numérica. 

Lo más fascinante para mí era abrir un archivo MIDI cualquiera y ver todos los canales y todos los sonidos y notas que tenía. Para entonces, me resultaba incomprensible. También debo a ese programa mi familiarización con la nomenclatura de los sonidos en el General MIDI, y desde entonces sabemos que el 001 es el Acoustic Grand Piano y el 100 el Drum Kit ¿o no? ;-)

En fin los dejo con mi creción, rítmicamente muy accidentada, pero pueden decir que usé el Google Doodle y su minimoog, ahí está: http://g.co/doodle/7c6bch

Démosle oficialmente las gracias a Moog. Así como nos acordamos de los programas de Windows 95 y sonreímos, así mismo pasa cuando recordamos los viejos sintetizadores, y hoy día tocamos con teclados de sonidos sampleados y con simulación del peso del piano.

Y no olviden nunca que el juego es una parte importantísima del arte, así que sigan garabateando ;-)

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Post invitado | Mejorar tu poder de decisión

En general, la gente tiene miedo a los cambios, a no elegir lo que se supone que es lo correcto, a decepcionar a nuestros seres queridos, este hecho representa un obstaculo a la hora de tomar decisiones. Pero aunque parezca mentira el no tomar una decisión ya supone una elección: la de no hacer nada. Decidir es un privilegio que cualquiera puede practicar.

Elegir es una cosa dificil. Si me tomo un batido de fresa no podré tomar uno de chocolate... pero los dos realmente me apetecen. ¿que tomo en cuenta para decidirme? O mejor dicho, ¿cómo elegimos?

A lo largo de nuestra vida nos vemos expuestos a muchas dudas y pasamos el tiempo tomando constantemente decisiones. El camino en la toma de decisiones es muy difícil pero al mismo tiempo muy interesante también. Estudiémoslo brevemente y observemos como podemos elegir para vivir nuestra vida mejor y con un correcto desarrollo personal.


1. Elegir es tener constancia de que hay varias opciones.
De pequeños nuestra madre nos preguntaba qué queriamos para comer, si sopa de pescado o de pollo, nos daba lo que se conoce como una 'falsa alternativa'. Su objetivo era que comieramos sopa, centrandonos en la elección y dejando de lado otras opciones mas suculentas. Habitualmente los políticos y publicistas nos bombardean con falsa alternativa.

2. ¿Tomo yo realmente las decisiones?
La libre elección es tan antigua como lo es el razonamiento humano. Todo aquello que nos rodea en el momento de la decisión y que nos lleva a tomar una u otra, son varias y complicadas. Una cosa que puede mejorar nuestro poder de elección es conocernos mejor, de esta forma entenderemos mejor el por qué de muchas elecciones y así decidiremos mejor.

3. ¿Quién tiene mayor poder a la hora de elegir?, ¿las emociones o la razón?
Exisiten muchos estudios neurológicos de cómo funciona el cerebro. Las métricas relacionadas con la actividad cerebral nos muestran las evoluciones que se dan en una toma de decisiones y, no explican por qué pero dan muchos indicios muy importantes sobre los procesos. Se ha llegado a la conclusión de que el cerebro está constantemente en procesos de construcción sobre las decisiones que puede o no tomar. Por un lado están los circuitos emocionales y por otro los racionales. Algunas veces se da una “discusión” entre las dos partes.

4. Decisiones importantes.
Frente a decisiones importantes lo primero es la tranquilidad. Hace falta determinar cuales son los objetivos y metas con la finalidad de poder decidir coherentemente. También es importante equilibrar la visión: una decisión incluye pérdidas y ganancias, etiquetar las cosas como buenas o malas resulta absurdo. Una buena táctica es utilizar la mente racional para estudiar los pros y los contras. Podemos confiar entonces en que nuestra intuición va a tratarlo todo y a contribuir una buena decisión, fundamentada también en cosas que nuestra mente no ve del todo.


En realidad vivir como hombre significa elegir un blanco -honor, gloria, riqueza, cultura- y apuntar hacia él con toda la conducta, pues no ordenar la vida a un fin es señal de gran necedad. Aristóteles

Enrique Jiménez
Crecimiento personal
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lunes, 21 de mayo de 2012

Codicionamientos

Escribe esto una niña que de un año identificaba las vocales, de tres años sabía leer y de cinco años se sabía las tablas de multiplicar, y no las caletreaba, al principio hacía las sumas en la mente, de suerte que aprendió de memoria las operaciones. Sin embargo no caminó hasta los dos años. Escribe esto una niña a quien las enseñanzas colegiales le parecían demasiado fáciles la mayoría del tiempo, y que tenía diecinueves y veintes por montones, pero que sin embargo las décimas del promedio no le aumentaban debido a una oscura asignatura en la que siempre aparecía un catorce, un quince o un dieciséis: Educación física y deporte. Escribe esto una muchacha que tiene un excelente oído musical, además entrenado, pero que es malísima bailando porque es incapaz de semejante coordinación corporal. Ni hablar de que le pasen una pelota, es una pesadilla, sea pateando, driblando, voleando o lo que sea. Ni hablar de hacer carreras, tiene como una lentitud inherente.

Así es, parece que a mi los genes me favorecieron el cerebro pero no las habilidades corporales. Y hablo de habilidades, hablo de la famosa "aptitud física", esa mierda que nunca tuve. Lo peor es que mi salud es muy buena. Sí, desde que tengo memoria mis exámenes de sangre son excelentes, siempre me dicen que lo único bajo es el tal colesterol HDL, y adivinen qué, solo se sube haciendo ejercicio. Mi tensión es buena. Nunca he sido anémica. Tengo un apetito formidable (a veces demasiado) lo cual a veces me cuesta unos kilos de sobrepeso, pero nunca demasiados.

Hace cuatro años y medio llegué a un lugar donde se practicaba el único deporte que en mi vida me ha llamado la atención: las artes marciales. Hacía mucho tiempo había practicado algo de Karate Do, pero no duré mucho. Esta vez llegué a una escuela de Kung Fu (o Wushu, más correctamente), y hasta ahora ha sido para quedarme. Las artes marciales son un ejercicio muy completo, y se realiza una preparación física general que incluye ejercicio cardiovascular, resistencia, endurecimiento y flexibilidad. En mayor o menor grado, todas son necesarias. Aparte de ello, y como cualquier deporte supongo, hay un entrenamiento psicológico, se desarrolla la concentración, la resistencia mental, el autocontrol y el manejo de situaciones de confrontación a través del combate.

Mi entrenamiento desde entonces ha sido constante, no cabe duda de que he superado a la persona más importante: a mí misma. Sin embargo, a veces la competencia y las mediciones son necesarias, y los fantasmas del pasado parecen revivir. Nuevamente soy la más lenta, la más pesada, la que menos condición física parece tener. Y eso que no entreno solamente en las clases formales, también lo hago por mi cuenta. Y me pregunto entonces si algún día voy a poder ser mejor realmente, si algún día podré destacar aunque sea un poco. Me dicen que me haga chequeos médicos, pero lo más probable es que todo esté bien como siempre, y eso espero.

Hay aspectos de la vida en los que pareciera que tenemos un destino escrito desde que nacemos. Pero yo no creo en el destino. De hecho he peleado mucho en esta vida. He peleado conmigo misma todo el tiempo, tratando de superarme, de ofuscar mis carencias, de ser mejor en todas las dimensiones posibles, de alcanzar un desarrollo y un pensamiento holístico hasta donde pueda. Aunque eso aparentemente no pague. No me importa.

¿Tengo que seguir pensando que en mi boletín de notas personal "Educación física" está reprobada? Así me siento últimamente. Sin embargo este año he adquirido un compromiso mayor, tengo que representar a mi país. ¡Imagínense! ¡Yo que iba a pensar! Para mí esto es un reto de dificultad mayúscula, es más, cuando me llaman "atleta", por dentro casi me burlo de mí misma. Pero por esa misma razón cada logro tendrá más satisfacción. Porque la rebelión más importante es la que se da contra nosotros mismos y contra nuestros prejuicios y condicionamientos.

El verdadero balance sólo podré hacerlo a finales de este año.

Y a mis compañeros: sé que todos ustedes triunfan por su trabajo y no sólo por su "aptitud física". Sinceramente, muchos de ustedes son una inspiración.

Fuente: http://taiyon.blogspot.com 
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