Pues yo a esto te diré:
eso no es la paz,
eso es la muerte...
Acaso no comprendes que la vida,
acaso no comprendes que el universo
no es un montón de cosas arrumadas,
no es un montón de conciencias depuradas,
es una red finamente autotejida,
donde todo está unido por irrompibles hilos de plata,
y lo que no perturba ni es perturbado
sólo puede estar muerto,
sólo puede no existir.
Acaso no comprendes que tu conciencia
es la construcción que otros hicieron,
y que tú habitas y sigues construyendo,
que tú eres constructor de otras...
Que el bien no consiste en no perturbar...
Que la libertad no consiste en no ser perturbado...
Porque tú como vida que eres,
ya eres toda una perturbación,
ya eres toda una influencia,
ya eres todo un infinito receptor...
y la única posibilidad que tienes de "bien" o de "libertad"
es darte cuenta,
es aumentar tu conciencia,
es saber y controlar
qué perturbas,
qué te perturba,
y así ser un ente delicadamente activo
en la compleja red del universo...
y podrías conocer la paz,
porque ahí la culpa no existe,
ahí los ídolos no existen,
ahí todo tiene fundamento,
todo lo que existe,
que es lo que es
y lo que llegue a ser,
el resto son sólo procesos de la imaginación
que tarde o temprano madurarán
y entonces,
vivirán
y entonces,
perturbarán
y también serán perturbados,
por lo tanto serán libres
y serán...
que la perturbación
es cambio,
es evolución,
y es autenticidad,
es el rostro de lo que un día llamamos "voluntad",
y que es ella en todo su esplendor la esencia
de la comunicación
del movimiento
de la percepción
de la trascendencia
de la vida...
El día que no quieras ser perturbado,
muere.
y lo que llegue a ser,
el resto son sólo procesos de la imaginación
que tarde o temprano madurarán
y entonces,
vivirán
y entonces,
perturbarán
y también serán perturbados,
por lo tanto serán libres
y serán...
que la perturbación
es cambio,
es evolución,
y es autenticidad,
es el rostro de lo que un día llamamos "voluntad",
y que es ella en todo su esplendor la esencia
de la comunicación
del movimiento
de la percepción
de la trascendencia
de la vida...
El día que no quieras ser perturbado,
muere.
Texto escrito originalmente el 13/01/2008
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