miércoles, 8 de septiembre de 2010

Ejecución Meditativa

Cualquiera que me conozca sabrá perfectamente que desde muy temprana edad he pregonado que soy atea, pues cuando tenía aproximadamente 12 años destruí por completo dentro de mi mente la idea de dios (como ser superior, divino, creador de todo lo que existe) y, aunque a muchos parezca incomprensible, esta idea nunca me ha hecho falta para mi desarrollo personal.  Así como digo que soy atea, así como no me hace falta dios, tampoco me ha hecho falta alguna experiencia religiosa que le sustituya o que "me llene" en algún sentido, y quiero aclarar que para que haya una experiencia religiosa no hace falta la idea de dios, sobre todo la de "dios" en el sentido occidental, que no me parece más que un monarca absolutista y represor.

Pero por estos días estuve leyendo un libro* en el que hay una explicación de las premisas básicas de las filosofías religiosas orientales, y hay algo que ha llamado profundamente mi atención, y es el pensamiento budista-hinduista, más específicamente, la descripción de lo que ellos denominan nirvana.  Según lo leído, el nirvana es un estado espiritual en el que el ser se hace conciente de que es uno con el todo, y que esto se logra mediante la liberación de la ilusión de maya, es decir, la ilusión de que todas las cosas son estructuradas, diferenciadas, cosa que es resultado de la estructura lingüística de nuestro pensamiento.  Entonces pues nirvana o la iluminación llega en el momento en que se trasciende el mundo racional de los conceptos, y se llega a vivir la realidad "tal y como ella es".

Para alcanzar este estado existen infinidad de maneras, hasta se puede decir que cada ser tiene sus propios caminos de alcanzar la iluminación.  A estas formas de alcanzarla, que por supuesto deben inducir siempre a un determinado "estado mental" que provoque la anulación del individuo, es a lo que se llama meditación.  En la meditación la mente debe conseguir superar el sufrimiento humano (según Buda, proveniente del aferramiento a las cosas que, por su naturaleza, son todas perecederas), superar el mundo racional de las estructuras, los conceptos y los símbolos, y entonces vivir la realidad verdadera, de naturaleza intuitiva en donde todas las cosas son la manifestación de lo mismo (Brahman**) y todas están intimamente interconectadas por un flujo caótico e intuitivo, que es lo único eterno e imperecedero.

Si les digo la verdad, yo ya había leído sobre estas cosas, y no siempre había logrado aproximarme a la concepción mental del nirvana y jamás pude entender en qué consistía la meditación, y la verdad, nunca me llamó la atención "meditar" (creo que me imaginaba sentada con las piernas cruzadas intentando no pensar en nada).  Pero hoy caí en cuenta de algo, creo que bastante revelador.  Si las formas de meditar son infinitas, y la "visión" de nirvana se logra a través de la trascendencia de los conceptos... entonces creo que yo he meditado de muchas formas, y quién me lo podría negar.

Puede ser entonces que cada vez que intentaba buscar una identidad perdida en las estrellas, estaba meditando, porque a través de esto comprendí el concepto de Cosmos, el cual denota que todas las cosas en el fondo, están hechas de lo mismo, que todo está infinitamente conectado y que todos compartimos la misma historia cósmica... "no somos más que polvo de estrellas"***.  Así mismo cuando en mi adolescencia, en cualquier mañana cálida despertaba mi sensualidad y buscaba aquel pálpito profundo en el que todo se desvanece y a la vez, todo cobra sentido (más tarde supe que esto era conocido como "orgasmo"****), estaba meditando.  Cuando escribo intentando explicar cómo funciona mi mente y sólo encuentro complejidad y un millón de paradojas y sin embargo, acepto que así es, estoy meditando.  Cuando estoy frente a un contrincante en una pelea, y me doy cuenta de que no es racionalizando lo que hago, sino dejándome llevar por el ritmo del combate y anulando mi cerebro que logro efectividad, estoy meditando.  Cuando improviso con el lápiz o los colores, estoy meditando.  Cada vez que intento comprender la ambivalencia de Freud, o el Apolo de Nietzsche, o me sumerjo en el juego simbólico de la literatura borgiana, estaba meditando.  Y cuando estoy tocando el piano, cuando me doy cuenta de que he superado todos los conceptos referentes a la obra, que la técnica, la forma, la armonía, las notas, la melodía, las dificultades, el estilo, la articulación, ya no merodean en mi cerebro cuando toco, sino que ya los he superado, ya son inherentes a mi estructura, y entonces surge la fluidez, y surge la música... estoy meditando.

Tocar un instrumento puede ser entonces una experiencia meditativa, en la cual se parte de una idea (una obra propia o de otro, una partitura, que no es más que una maqueta, un plan), y luego se pasa por una fase de estructuración y racionalización (a veces paradójica) de esa idea, pero, para que fluya la música, para que suene, todo esto tiene que pensarse, mecanizarse e interiorizarse hasta el punto de ser superado, lo cual puede requerir meses de práctica; en ese punto, la mente se anula, y la música surge, surge la "iluminación". ¡Qué cosas! Yo que pensaba que meditar no me interesaba y ahora me doy cuenta de que a lo mejor he meditado más de lo que imaginaba.  Sólo puedo decir que si todo lo anterior son caminos de la meditación, y que si alguno de los destellos que he logrado vislumbrar son manifestaciones de la iluminación, si no estoy equivocada en mi concepción, es una de las cosas más satisfactorias que se puedan imaginar.

________________________________________________________________________________
* Para este momento leía El Tao de la Física de Fritjof Capra.
** En algunos casos se suele traducir el término Brahman como Dios.  Esa traducción a mi parecer no es la más correcta, ya que el término Dios tiene demasiadas acepciones, entre ellas la del dios occidental, como ser supremo.  En el caso de Brahman, podríamos utilizar una acepción de Dios más panteísta: como esencia de la que están hechas todas las cosas, inmanente a todas ellas.
*** Famosa frase de Carl Sagan.
**** La idea de que se puede alcanzar la iluminación a través del orgasmo es antigua y contemplada por varias filosofías, incluso se hace a veces la analogía de que la iluminación es un "orgasmo cósmico". Para una vista muy general del asunto pueden echar un ojo a esta página, o investigar al respecto ;-)
________________________________________________________________________________
Texto escrito originalmente el 30/08/2009

--
Recibe las entradas en tu correo electrónico:
Enter your email address:

Delivered by FeedBurner

3 comentarios:

  1. Excelente articulo, estoy totalmente de acuerdo contigo! La meditación es parte de la vida misma, en esos momentos de concentración en los que sin darnos cuenta vaciamos la mente y quedamos prendados del todo a nuestro alrededor y a la vez de la nada! tambien lei un libro este fin de semana que contradictoriamente se titula "conversaciones con dios", y una de las cosas que más me quedo es la explicación de que si queremos darle un nombre a lo más grande q existe podemos decirle dios, sin embargo lejos del concepto occidental, digamos que dios fue primero la nada para convertirse en el todo, porq en la nada no podia experimentar el todo! interesante!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy cierto Loly Samurai. (An old friend from Flowserve).

      Eliminar
  2. Sí y no y a la vez tampoco. La meditación, por razones que has explicado este artículo, no radica en cosas explicables o racionales, no tiene que ver con lo que puedes decir y sí, a la vez. No podría decirte lo que es porque no lo sé, y si lo supiera, al decirlo, dejaría automáticamente de saberlo.

    Hablando de tao, el libro más importante de ésta filosofía comienza con 道可道,非常道。Que en ruda traducción quiere decir "El Tao que puede ser dicho ya no es Tao". En esas palabras está lo que te intento no decir.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...