domingo, 9 de agosto de 2015

Nuestra extremidad smartphone

"Las partes del cuerpo humano son:
Cabeza
Tronco
Extremidades
Teléfono"


Hoy en día la gente se queja todo el tiempo de que los seres humanos hoy parecemos vivir pegados al teléfono inteligente. Este súper dispositivo, increíble, y que hemos asimilado increíblemente es demasiado nuevo para creerlo cierto. Viendo las cosas en retrospectiva, en 50 años pasamos de una computadora del tamaño de un cuarto a un teléfono inteligente, del tamano de la palma de tu mano y mil veces más potente.

La gente se queja de que el otro vive pegado a la pantalla, que es triste ver en las reuniones sociales cómo estando alrededor de la misma mesa, la gente está pegada a sus iPhone, Galaxy, etc. y no presta mucha atención al interlocutor con el que comparte en tiempo real.

En verdad puede ser un espectáculo patético, y sobre todo un acto de mala educación. Pero hay un trasfondo ahí: en ese momento, la persona prefiere interactuar con quienes lo hace por Whatsapp, Instagram, Twitter, Facebook, etc., que con quien tienen enfrente. Yo les diría: no es que esto sea malo, es que no sé para qué diablos entonces concretaste esa reunión.

La gente pegada a las pantallas nos trae ideas distópicas como la planteada en la película Wall-e de Disney Pixar. Un montón de obesos, interactuando solo a través de las pantallas. Hace poco leí un artículo que al respecto, me hace ser más optimista. Pueden encontrarlo acá, pero se los advierto, es bien largo y está en inglés. Aún así mis referencias a él serán limitadas, y si les interesa les recomiendo su lectura.

En este artículo se hace referencia a científicos que plantean que el ser humano y la computadora con el tiempo se harán uno, y es la idea que considero más lógica (más allá del avance de la inteligencia artificial por sí misma, y teniendo en cuenta nuestra supervivencia a un potencial cataclismo por culpa de ella).

En estos días desayunaba con mi abuelo y bromeaba con él diciendo que como ya tiene dos rodillas de titanio y lentes intraoculares, era todo un androide. Y véanlo de esta forma: en nuestro smartphone están nuestras memorias más detalladas que nunca antes en la historia, tiene toda clase de aplicaciones que facilitan nuestras tareas cotidianas, en él tenemos acceso a toda clase de información, y a compartir nuestros momentos instantáneamente con el mundo entero; todo al alcance de nuestra mano.

El futuro tal vez está en cosas más osadas como las Google Glass, un dispositivo que está más integrado a nuestro cuerpo en cierta forma, y que nos permite, ahí sí, interactuar con la red y con nuestro mundo y nuestros interlocutores al mismo tiempo.

El caso es que en el futuro podríamos estar hablando de una verdadera integración corpórea con la computadora, acceso a la información desde nuestra propia cabeza (en estos días me encontré con esto), y sustitución progresiva de nuestros órganos o mejoramiento de los mismos a través de la inserción de dispositivos. Tal vez, como dice el artículo, hasta lleguemos a vencer la muerte.

Entonces, como dijo el pana Luis Carlos, sí, el teléfono inteligente podría ser nuestra primera y efectiva "extremidad biónica".

Photo credit: HamburgerJung / Foter / CC BY-NC-SA

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