domingo, 27 de mayo de 2012

Entre calorones y apagones


El clima de Maracaibo no es cosa fácil. Mucha gente dice que aquí no se viene a vivir más gente debido al calor que hace. El poeta Rafael María Baralt nos llamó "la Tierra del Sol amada", y hasta nuestra bandera tiene un Sol. Estamos ahora en la peor época al respecto, se acerca el solsticio de verano, y por lo tanto entran los días más largos y los meses más calurosos. Por estar nosotros en el trópico, eso de "los días más largos" no nos afecta así tanto, pero la temperatura nos pone locos, por más de que hayamos nacido en estas tierras. La cosa es tan dura que hasta los periódicos lo convierten en noticia de todos los días: hemos alcanzado temperaturas de 45°C, y humedades de hasta 100%.

Aunados a nuestra situación geográfica, hay factores que empeoran nuestra situación. Dos de ellos son la falta de planificación urbana y el hecho de que las estructuras arquitectónicas en general no se adaptan a nuestro clima. De hecho, según mi hermanita arquitecta, ni siquiera las normas de calidad térmica están bien redactadas y son contraproducentes en cuanto al calor. Los edificios están pensados para la existencia del aire acondicionado, y los arquitectos prefieren hacer las edificaciones en función de un mejor rendimiento del enfriamiento artificial, en lugar de pensar en lugares más frescos naturalmente.

Cuando hablamos de este problema, pareciera que el aire acondicionado es nuestro gran enemigo. No solo contribuye al aumento de la temperatura exterior, sino que también ha ocasionado que Maracaibo sea una de las ciudades con mayor consumo eléctrico per capita. En esta ciudad hay malísimos hábitos en cuanto al aire acondicionado. Hay un dicho popular que lo ilustra muy bien: "Maracaibo es la ciudad más fría de Venezuela". Y es que si los aires acondicionados trajeran la opción de que nevara dentro de la casa, los marabinos la usarían. La gran mayoría de los aires en los espacios públicos y privados están al máximo, lo cual hace que irónicamente la gente tenga que usar sweters y chaquetas en las áreas interiores. Los marabinos se ponen la chaqueta para entrar y se la quitan para salir, un completo sin sentido.

Y como si esto fuera poco, en la mayoría de las casas (incluyendo en la que vivo), hay secadora de ropa y ¡calentador de agua! Así es. La gente duerme con el cuarto tan frío, que se para en la mañana a ducharse con agua caliente, como si el agua aquí no lo fuera lo suficiente.

Las malas costumbres son bien conocidas aquí, sin embargo, no hay política que las haga cambiar. Aunque a este respecto, hay muy pocos esfuerzos realizados. Aún así, hay que hablar de que en Maracaibo el calor debe ser considerado un problema de salud pública, y hay que hacer lo posible para que la población no lo padezca tanto. Hay estrategias mucho más inteligentes que un aire acondicionado en el mínimo termostato, cosa que dicho sea de paso, puede producir resfriados y gripes por el constante cambio de temperaturas al que nos sometemos a diario.

Por otro lado, nuestro país ha estado sumido en una crisis energética sin precedentes en los últimos años. Las causas han sido achacadas a muchas variables, primero a la sequía, luego a la cuarta república, al sabotaje, etcétera. Pero la realidad parece demostrar que hubo una falta de inversión en los sistemas, mientras la demanda energética siguió en crecimiento, por lo que el sistema llegó a un punto de colapso. Esto se comprueba cuando las supuestas causas alegadas dejan de existir, y el sistema sigue sin funcionar eficientemente. La sequía pasó, la cuarta dejó de existir hace trece años, y los sabotajes nunca han sido probados. Y en este gobierno, aunque populista, quienes siempre terminan pagando las consecuencias son los ciudadanos. Por esa razón, se aplicó un plan de racionamiento en gran parte del país, y qué cosas, en Caracas no. El racionamiento fue depuesto finalmente, pero el sistema eléctrico sigue estando inestable, y siguen habiendo largos apagones por sectores, como si el tal racionamiento nunca hubiera dejado de existir, con el agravante de que no hay previo aviso, por lo que mucha gente ha perdido horas de trabajo y se le han dañado aparatos eléctricos. Esto sin mencionar que muchas de las formas de generación de energía en el país (a excepción de la hidroeléctrica) son altamente contaminantes, y luego de la crisis es que se han llegado a mencionar otras formas de generación.

De paso, desde hace algún tiempo se ha aplicado un sistema de multas por consumo, según mi opinión, totalmente injusto, ya que por excesos de consumo eléctrico de entre 10% y 20%, te cobran hasta un 100% de sobrecargo en tu factura mensual. Pareciera que el dinero que pagábamos no les alcanzaba, y entonces nos están metiendo un aumento encubierto. Por supuesto, en estos meses calurosos, consumir un poco más que el mes anterior es prácticamente inevitable.

No estoy justificando el sobre consumo de los zulianos, pero la manera de aplicar políticas es totalmente errada. Exponiendo mi caso, por ejemplo, en mi casa vivimos ocho personas, tres de las cuales son de la tercera edad. ¿Tengo que decirle a los ancianos que hagan el favor y apaguen el aire? ¿No saben que las personas más vulnerables al calor son los niños y los ancianos? ¡Hasta yo me he sentido extenuada en estos días por el sol que está haciendo puesto que no tengo vehículo y tengo que caminar y usar el transporte público! Y todavía nos cobran el doble de lo que nos estaban cobrando, y nos quitan la luz sin previo aviso. Es un claro ejemplo de ineficiencia, mal servicio y maltrato al consumidor. Y tantas pendejadas "socialistas" que hablan. Digo esto último, porque las compañías de generación de energía dependen en su totalidad del gobierno central. Sin embargo, debo acotar que en políticas de disminución del consumo, ni las autoridades nacionales ni las regionales ni las locales, ni las rojas ni las azules ni las verdes, han actuado eficientemente.

Y para que no digan que soy una quejona que no propone soluciones, diré algunas cosas mejores que se me ocurren para lograr disminuir el consumo energético en la ciudad. Primero y antes que nada, eliminar las tomas ilegales de electricidad. Así es. El sistema está colapsado y sin embargo, las tomas ilegales abundan, lea bien, ABUNDAN, en la mayoría de los casos hechas en condiciones en las que peligra hasta la seguridad de los peatones y de los habitantes de esas viviendas, y NADIE hace nada para eliminar esas tomas. Segundo, acondicionamiento del entorno urbano general: techos, arborización, planificación según los vientos, etcétera. Tercero, decretar una ordenanza (o cualquier vaina legal de esas) que regule la temperatura mínima de los lugares con aire acondicionados, por lo menos en el sector público y comercial. ¿Quién rayos necesita estar en un banco muriéndose de frío en una ciudad caliente como Maracaibo? ¿Por qué rayos tengo que usar sweter para ver clases en la universidad o en el colegio? Cuarto, modificar los requerimientos de calidad térmica de los edificios, y exigir a las constructoras y arquitectos que los edificios sean en lo posible, frescos naturalmente. Volver a los techos altos, a las ventanas grandes, a los jardines, y olvidarnos de cómo es que enfría mejor el aire acondicionado. Y por último, pueden meterse en la vida privada de la gente, y prohibir el uso del calentador de agua, por ejemplo, eliminar los aires acondicionados de alto consumo (cosa que ya se ha atacado); y si eso no es posible, hacer campañas para educar a la gente al respecto.

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2 comentarios:

  1. Hasta que no acabemos con nuestro mundo no vamos a parar.

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  2. He leído varias de tus reflexiones, me gusta mucho tu manera de escribir y redactar ideas, no dejas espacio para los malos entendidos ni confusiones, sin embargo aunque tus reflexiones son certeras de nada sirven las que denotan queja, no tiene ningún sentido cualquier crítica o queja si no se convierten en verdaderos debates que conlleven o intenten conllevar a algún cambio estructural del sistema social. Es muy fácil darse coñazos contra un papel, es muy difícil darse los coñazos contra un sistema social lleno de muchísimas (por no decir infinitas) complejidades. Ojalá pudieras poner a maquinar estas reflexiones en un ámbito real a través de una organización, movimiento, asociación, grupo o lo que sea para que no se queden en este ámbito ficticio de la web. Me atrevo a decir que en algunos de los casos tus reflexiones funcionan como un catalizador de la arrechera inmensa que le tienes a este sistema. Ya en este mundo hay mucha gente que habla y habla, o escribe y escribe pero no toman cartas en el asunto, es muy fácil quejarse y criticar, es muy difícil meterse realmente en el mierdero, codearse con la mierda y luchar por lograr cambios desde adentro. Dime que tienes un espacio real donde debatir y luchar para lograr los cambios que quieres ver y te aplaudiré, de lo contrario habla menos y haz más!

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