martes, 18 de diciembre de 2012

Cuentos de sermón I: Una historia mal contada

Como he mencionado anteriormente, en mi trabajo me veo obligada a asistir a misas y actos religiosos, sobre todo, católicos. Cuando yo estoy en una misa me siento cual antropólogo en una etnia ajena (ni tan ajena), y me gusta observar el ritual, el cual ya me sé de memoria, y por supuesto la parte más interesante, por ser todo el tiempo diferente, es el sermón del cura, ese que viene luego de la lectura del Evangelio. Cualquier clase de cosas se escuchan en boca de los sacerdotes, cualquier cantidad de datos falsos, visiones muy retorcidas de la historia y de la realidad, mentiras y afirmaciones seductoras para mantener al público creyente, fanático y no tanto. Dependiendo de cuál sea el motivo de la Eucaristía. Hace pocos días asistí a una, para tocar, no diré la iglesia, no diré el nombre del cura, solo diré que la cantidad de cosas que dijo finalmente me convencieron de inaugurar una sección en mi blog para hablar de los susodichos cuentos de sermón.

Esta sección estará numerada, todos los posts tendrán el mismo título, pero las entregas serán esporádicas, por supuesto, después que haya escuchado un sermón que me motive lo suficiente.

Así es que comencemos con el sermón de aquel día. El sacerdote hizo tres afirmaciones que me dejaron atónita, y realmente me pregunté si fui yo la única indignada de la asamblea. Dichas afirmaciones fueron:
  1. Que el cristianismo era la doctrina que había comenzado y había llevado a cabo afanosamente la lucha por la igualdad de géneros.
  2. Que el cristianismo era la institución que más aportes había hecho a la cultura occidental en toda su historia.
  3. Que gracias al cristianismo existían los Derechos Humanos.
Vamos por partes.

Hasta donde sé, la lucha por la igualdad de géneros es un movimiento muchísimo más reciente que la Iglesia Católica como institución, y poco ha tenido que ver con ella. En primer lugar, cómo va a ser un ente luchador en este aspecto una institución altamente paternalista y machista, en la cual quienes toman las decisiones son hombres; y una religión en la cual el ser supremo es un hombre, el Mesías es un hombre, y la única deidad femenina resulta ser una Virgen. La lucha por dicha equidad ha sido protagonizada por mujeres, que ya no quisieron vivir bajo el yugo masculino, en todos los aspectos de la vida, y esa lucha ha sido principalmente laica, y en muchísimos casos, rebelándose contra las principales religiones del mundo (lo cual incluye a la cristiana). Este sacerdote se llenaba la boca por supuesto, diciendo que hay otras religiones en el mundo, como el judaísmo o el islam, en las cuales la mujer es denigrada. Claro, en esta época es fácil decir que en la Iglesia Católica hombres y mujeres "son iguales".

Si bien es cierto que en la institución católica existen tanto hombres como mujeres, y que se pide de ellos los mismos sacrificios carnales; si bien la estructura familiar estándar y legal de esta religión es la monogamia (un hombre y una mujer); si bien en la asamblea católica no hay distinción por géneros (sólo por la excepción de que quienes la dirigen siempre son hombres); la religión católica, a través de la adoración de la Virgen, a través de la parábola de la prostituta perdonada, a través de la fábula de la tentación de Eva, se ha mostrado siempre a favor de la dominación masculina, y de la sumisión de la mujer.

Por otro lado me pregunto a qué llama este sacerdote "cultura", y es que, sin importar de a cuál concepto se adhiera, su afirmación es errada. Si tenemos en cuenta que la "cultura" es todo lo que hace el hombre, incluyendo sus costumbres, comportamientos y conocimientos, la Iglesia, o la "cultura católica" no viene a ser la más influyente en occidente. De hecho, la Iglesia ha tenido que adaptarse culturalmente a miles de realidades y absorber costumbres ajenas para poder sobrevivir como religión, desde su fundación, incluso. Esto hace que sea una doctrina sumamente heterogénea, que en los diferentes lugares tomó matices muy diferentes. La religión católica no alimentó a muchas culturas, sino al revés.

La cultura occidental es sumamente rica y sus influencias vienen de miles de pueblos que habitaron en la región europea en la Edad Antigua. No es solamente Grecia y Roma, como muchos quieren hacer ver. Aunque de Grecia y Roma vienen las estructuras sociales, políticas y económicas de la sociedad occidental de ahí en adelante. Sin embargo los demás pueblos (escandinavos, íberos, germanos, etcétera) dejaron su huella bien marcada en las regiones de por allá, en los idiomas, en las costumbres, en las artes, etcétera.

Si a aportes al conocimiento universal vamos, si a hablar de ciencia vamos, la Iglesia no sólo NO constituye un gran aportador, sino que durante diez siglos fue el más grande estorbo en el avance científico y tecnológico.

Por último, diré que los Derechos Humanos son un resultado de la sociedad moderna. Aunque el cristianismo defiende el precepto de que "todos los hombres son iguales ante los ojos de dios", con sus políticas históricas contradijeron mucho este pensamiento. La Iglesia siempre fue cómplice de la desigualdad social reinante desde su antigua existencia. Además, cometió miles de actos contra la dignidad humana, entre ellos torturas, violaciones, asesinatos, guerras, etcétera. El concepto de "derechos individuales" es mucho más actual que la Iglesia como institución, y en materia de libertades respecto al culto, al género y a la orientación sexual, por ejemplo, se han tenido que adecuar forzosamente al mundo contemporáneo. Aún hoy demuestran un gran recelo al respecto.


Cito a la Wikipedia (recomiendo la lectura de todo el artículo, está bastante completo):

Muchos filósofos e historiadores del Derecho consideran que no puede hablarse de derechos humanos hasta la modernidad en Occidente. Hasta entonces, las normas de la comunidad, concebidas en relación con el orden cósmico, no dejaban espacio para el ser humano como sujeto singular, concibiéndose el derecho primariamente como el orden objetivo de la sociedad. La sociedad estamental tenía su centro en grupos como la familia, el linaje o las corporaciones profesionales o laborales, lo que implica que no se concebían facultades propias del ser humano en cuanto que tal, facultades de exigir o reclamar algo. Por el contrario, todo poder atribuido al individuo derivaba de un doble status: el del sujeto en el seno de la familia y el de ésta en la sociedad. Fuera del status no había derechos. 
La existencia de los derechos subjetivos, tal y como se piensan en la actualidad, fue objeto de debate durante los siglos XVI, XVII y XVIII. Habitualmente se dice que los derechos humanos son producto de la afirmación progresiva de la individualidad y, de acuerdo con ello, que la idea de derechos del hombre apareció por primera vez durante la lucha burguesa contra el sistema del Antiguo Régimen. Siendo ésta la consideración más extendida, otros autores consideran que los derechos humanos son una constante en la Historia y hunden sus raíces en el mundo clásico.
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Más cuentos de sermón.

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1 comentario:

  1. Tienes mucha razón. No creo que sea coincidencia que los mayores defensores del machismo sean al mismo tiempo gente muy beata.
    En cuanto a los derechos humanos es una soberana estupidez clamar que el cristianismo fue quien los inventó cuando en realidad todos los fundadores de ese movimiento fueron personas laicas y antirreligiosas.

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