viernes, 23 de agosto de 2013

3 años, y que sean más

Un 23 de agosto de 2010, lancé a la web este proyecto personal, mi blog, para compartir opiniones, reseñas, pensamientos, opiniones y reflexiones en general.

Han sido 3 años de experiencias gratas y poco a poco ha ido creciendo. Estoy muy satisfecha y agradecida con todos aquellos que me leen todo el tiempo, igualmente, con aquellos que pasan de forasteros, dejan su opinión y se van. Así vamos debatiendo por la vida.

No tengo mucho que decir, simplemente, que sean algunos años más, ya que aún tengo mucho por aprovechar en este espacio.

Mi principal deseo es que haya un poco más de interacción, y para ello les invito a que dejen su mensaje, de crítica o de felicitación, por comentario, en Facebook, o alguna de las redes sociales, que tengo ganas de escucharles.

Así mismo, a todos aquellos que estén interesados, y no dispongan de un espacio propio, quiero hacer frecuente la práctica del post invitado, así que son bienvenidos.

¡Salud!


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jueves, 22 de agosto de 2013

Ciudad panfleto

Hace un tiempo, una de mis hermanas planteaba una cuestión interesante: ¿qué se creen los políticos de aquí para estar pintando sus caras y nombres en cualquier estupidez que hacen? (Y por lo general, no mantienen).

Venezuela es una campaña política perenne. No es solo en elecciones, es todo el tiempo. Por supuesto, cuando vienen las elecciones la cosa se pone peor. Pero la propaganda penetrante (y hasta desagradable) es permanente, sobre todo desde que se instaló el gobierno más showcero mediático de nuestra historia.

Y si el show se arrecia de un lado, el show se arrecia en el otro. Mientras tanto, nuestro espacio público se ha convertido en la valla gratuita de los gobierneros.

¿Quién les ha dado derecho? ¿Dónde dice que ellos pueden poner su nombre en cada estúpida obra pública? Lo de estúpida es literal. Hasta en los avisos señaladores de calles y avenidas ponen su nombre, su partido y su cara sonriente, si es posible.

Aparte del pésimo gusto que esto tiene, cada vez que sale un partido y entra a gobernar otro, se gastan millones nada más cambiando los avisitos de las avenidas, de las plazas, de las instituciones, etc., para que ya no tenga el logotipo de un partido, sino del otro. Los bolivarianos incluso pintan todas las instalaciones de instituciones públicas de color rojo.

¡Qué estupidez! La ciudad es de todos, no del partido gobernante. La ciudad no es una valla, es el espacio que todos compartimos día a día, y que queremos limpia, acomodada, práctica, bonita, señalizada... no queremos su estúpida cara de yo-no-fui por todos lados, gracias. Es más, prefiero la publicidad de empresas privadas (siempre y cuando no sea demasiada), porque al menos ellos tienen que pagar por eso, y son recursos para todos (se supone).

¿Hiciste una obra de envergadura? Pues coloca la respectiva plaquita con el año, los gobernantes, los créditos, pero deja de arruinar la vista de mi querida ciudad.

Nombre de Avenida, con el nombre de nuestra actual Alcaldesa.


Fachada de Centro Comunitario, con el nombre de nuestra Alcaldesa actual.

Aunque con una terrible resolución, pueden apreciar los rostros de Hugo Chávez y Gian Carlo Di Martino, que estaban en esta serie de buses y microbuses que funcionan ahora en las rutas urbanas de Maracaibo.

Cambiando el nombre de la Avenida Fuerzas Armadas. Como la Gobernación es roja rojita, ahora el nombre no podía estar en azul.

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jueves, 8 de agosto de 2013

Fórmulas como partituras

Manuscrito de Johann Sebastian Bach. Invención a dos voces en Fa Mayor.

"Uno de los mayores problemas con que se enfrentan las matemáticas es el de explicar a los demás de qué tratan. Los aderezos técnicos de esta materia, su simbolismo y expresiones formales, su desconcertante terminología, su aparente deleitarse con cálculos larguísimos todo ello tiende a ocultar su auténtico carácter. Cualquier músico se horrorizaría si oyera decir que su arte no es más que «una multitud de renacuajos dibujados sobre líneas en hilera»; sin embargo, eso es todo lo que el ojo del profano puede distinguir en una página de música. No es tarea fácil percibir entre los renacuajos la grandeza, la agonía y vuelos de lirismo. Existe, sin embargo, una diferencia. Incluso un oyente profano puede disfrutar de una obra musical. Los únicos que tienen que entender las barrabasadas de los renacuajos son los intérpretes. La música tiene un atractivo inmediato para casi todo el mundo. Sin embargo, lo más parecido a un concierto matemático sólo se me ocurre que pudiera ser uno de aquellos torneos de la época renacentista en los que los grandes matemáticos batallaban públicamente defendiendo cada uno sus teorías. Quizá podría valer la pena resucitar aquella idea; no obstante, su atractivo sería más el del combate que el de la música.

La música se puede considerar desde distintos puntos de vista: el del oyente, el del intérprete, el del compositor. En matemáticas no existe nada que se pueda equiparar con el oyente; y, en todo caso, si lo hubiera, sería el compositor, más que el intérprete, quien captaría su interés. Más que su aplicación práctica, lo interesante es la creación de nuevas matemáticas. Esta ciencia no trata de símbolos y cálculos. Éstos serían sólo meros instrumentos del artesano: corcheas, negras y ejercicios para los cinco dedos. El objetivo de las matemáticas son los conceptos. Se trata sobre todo de ver el modo en que los diferentes conceptos se relacionan unos con otros. Dada una determinada información, ¿qué es lo que se deduce necesariamente de ella? El objetivo de las matemáticas es conseguir comprender tales cuestiones dejando a un lado las que no son esenciales y llegando hasta el fondo del problema. No se trata simplemente de hallar la respuesta correcta, sino más bien de comprender por qué existe una respuesta, si la hay, y por qué dicha respuesta presenta una determinada forma. Las buenas matemáticas tienen un aspecto más bien austero y conllevan algún elemento de sorpresa. Pero lo que sobre todo tienen es significado." (1)


No tienen idea de la frecuencia con la cual me ocurre que mis alumnos de música se quejan de sentirse "como en una clase de matemática". No recuerdo dónde leí, que enseñarlas es muy parecido, por ser paradigmas de lo abstracto.

Es interesante esta lectura, pues nos aproxima a la idea de que la matemática no es los números y las fórmulas, esa es sólo "la partitura". La música que hay en ellas, casi nunca llegamos a escucharla.

Manuscrito de Albert Einstein. Teoría de la Relatividad General.
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1. Stewart, Ian. De aquí al infinito. Las matemáticas de hoy. 3ra. edición. Traducción: Meredes García Garmilla. Editorial Crítica. Barcelona, 2004. pp. 1-2.

Más del tag vacaciones libreras.

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domingo, 4 de agosto de 2013

La carne artificial y la ética

Hamburger sandwich, by Ericd.

Ya he expuesto anteriormente por qué me parece absurdo el vegetarianismo eticista. Sin embargo, en el mismo post comentaba que la industria de la alimentación tiene miles de implicaciones éticas, tanto para los seres humanos como para los demás seres vivos, que valdría la pena fueran revisados y mejorados por nuestra civilización actual, si es que queremos ser más éticos.

Estas "cosas malas" de nuestra industria no están relacionadas directamente con el acto de matar a otro animal. Considero que el acto de matar es por ahora necesario, pues no hay otra forma de obtener carne para alimentarnos. Además, como mencioné también en aquel post, las plantas también son literalmente asesinadas, solo que por ser "menos cercanas" a nosotros como seres vivientes, no tenemos ese nivel de empatía con ellas, y nadie consideraría sanguinaria una cosecha de papas, aunque literalmente, se las está matando.

Los problemas tienen que ver con el trato que se da a los seres vivos (sobre todo a los animales) con el modo de vida torturador que muchas veces llevan por cuestiones de hacinamiento, mala alimentación, enfermedades, o sometimientos a jornadas monstruosas, como el caso de las gallinas ponedoras (agregaré que muchos vegetarianos, irónicamente, comen huevos). En el caso de los cultivos hablo de cosas como el exceso de utilización de pesticidas y otros productos químicos dañinos, el agotamiento de los suelos.

Además de esto, hay muchos problemas éticos de la industria que tienen que ver directamente con nosotros mismos: que una gran parte de nuestros cultivos sean destinados a alimentar el ganado, las enfermedades que a veces traen los animales en crías grandes, la gran cantidad de agua potable que se utiliza en los cultivos, y en general, la mala distribución de los productos alimentarios, que en gran parte van a ser destinadas a la fabricación de comida chatarra.

La alimentación es la base de nuestra vida, lo pienso así. Y ella está realmente mal, está en crisis, por un lado tenemos la realidad, con todos sus problemas, mientras quienes pretenden dar una alternativa, acaban en su mayoría siendo fundamentalistas, con claros sesgos nutricionales y morales (veganos, macrobióticos, etc.) Necesitamos hallar un punto de equilibrio, y entender que solo una industria consciente, bien regulada, responsable y sostenible es lo que nos dará suficiente y buen alimento a todos.

En estos días se dio a conocer que científicos lograron fabricar la primera hamburguesa de laboratorio, cuya carne fue hecha a partir de células madres. Si se quiere, esta carne es "natural", aunque haya sido cultivada. Sin embargo, no es una opción asequible a corto plazo. Esta hamburguesa costó más de 380 mil dólares, aunque por algo hay que empezar. Yo misma hice el siguiente comentario en twitter:
La verdad, no estoy segura de si los veganos la comerían porque, como dije, muchos de ellos son fundamentalistas, y muchos de sus argumentos no son reales, por lo que probablemente inventen otros contra esta carne de laboratorio. 

Ahora cabe preguntarnos ¿es esta carne "más ética"? Mi respuesta sería: depende. Como dije, el acto de matar para comer no lo considero malo. De hecho, es la única manera de comer naturalmente que tenemos. Si es más ética o no dependerá de un balance de sus beneficios biológicos, industriales y sobre todo, sociales. 

Por ahora, esta carne es demasiado cara, por lo que ya de por sí, no puede ser más ética. Además de ello, habría que probar que su consumo no produce efectos nocivos en nosotros. Así de complejo es el cuerpo, y hasta ahora nos ha demostrado que no es igual para él un producto del huerto, que un producto sintetizado artificialmente. Somos buenos imitando a la naturaleza, pero no tanto. 

También mencionaría que, de producirse carne artificial a gran escala, no debería utilizarse para hacer, por ejemplo, hamburguesas, sino comidas más saludables y nutritivas, porque no hacemos nada con crear, aparte de la industria ya existente, una industria de comida chatarra artificial. Habría que ver también si la producción de carne artificial es más amigable con el medio ambiente en general o no.

A fin de cuentas, insisto en que por el solo hecho de no matar, no estamos siendo necesariamente más éticos. El problema de nuestra alimentación es más complejo que eso, y necesita un abordaje mucho más objetivo.

            

            

            

            

            

            

       

            

        



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Publicado también en Panfleto Negro.

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